ELCIEGO - Los niños de Elciego fueron ayer muy felices. Toda la localidad se volcó para que pudieran disfrutar a tope de su día especial dentro del programa de fiestas de la Virgen de la Plaza, aunque el momento que ellos más esperaban era el descenso del Barrihuelo Txiki. La jornada se inició con las dianas y pasacalles animados por la banda de música, los Gaiteros de Elciego y los cabezudos, que estuvieron incasables desde el momento que se lanzó el txupinazo anunciador de las fiestas.
Pasado el mediodía, comenzaron a aparecer las primeras cuadrillas que querían participar en el concurso de paellas y con ellos la plaza se fue llenando de gente con niños, muchos de los cuales aparecían ataviados de blusas y neskas bajo la atenta mirada de padres y abuelos para que no se mancharan. Pero eso a los pequeños les importaba poco. Justo antes de la una de la tarde, el alcalde se asomó al balcón del ayuntamiento, y tras comprobar que el Barrihuelo estaba en perfectas condiciones para su descenso, dio el visto bueno para prender fuego a la mecha del cohete que, tras explotar, anunció el descenso del popular muñeco, aunque sin su correspondiente paragüas. La bajada fue recibida con música de la banda municipal y con un ensordecedor griterío de los pequeños mientras brincaban en la plaza. Una vez en el interior y colocado en su silla, inmediatamente se transformó en un niño que, armado ya del paragüas salió al balcón para brincar con él e incitar al resto de pequeños a gritar los vivas correspondientes al Barrihuelo, a la fiesta infantil, a la Virgen y a Elciego, vivas que fueron coreados desde la calle. Tras ello se produjo otro de los momentos esperados: el lanzamiento de caramelos desde el balcón. El alcalde y los concejales que le acompañaban apenas daban abasto, porque cada lanzamiento suponía una marabunta de niños corriendo tras los preciados dulces e, inmediatamente, nueva mirada al balcón para que lanzaran más.
Con el final del lanzamiento de caramelos comenzó un breve pasacalles con la banda de música, a la que se incorporó el alcalde, Luis Aldazabal, con su trombón, y también arrancó una gymkana para los más pequeños organizada por la asociación Landalán. Mientras tanto, desde todos los rincones de la plaza, comenzaron a subir los aromas de las paellas que se estaban preparando por parte de las cuadrillas en una jornada de gran alegría en Elciego. - Pablo José Pérez