Vitoria - Foronda está de aniversario, aunque no precisamente de los que se celebran. Tal día como ayer, el 23 de agosto de 2012, el Gobierno popular de Mariano Rajoy cercenaba la apertura 24 horas al aeropuerto alavés con la excusa de un plan de eficiencia aeroportuaria para reducir costes en distintos aeródromos de la red de AENA.

Por aquel entonces, representantes institucionales del territorio, como el ahora delegado del Gobierno Javier de Andrés, otrora diputado general, y el exalcalde Javier Maroto optaron por seguir fieles a su partido y defender los recortes del ejecutivo central en lugar de los intereses de Foronda, por lo que la oposición al tijeretazo llegó principalmente de los trabajadores, el resto de partidos políticos y la propia sociedad alavesa, que llegó a crear una plataforma ciudadana de apoyo a la terminal. Pasado un lustro, tanto las instituciones implicadas en VIA -Ayuntamiento de Vitoria, Diputación Foral de Álava y Gobierno Vasco- como la plantilla de la terminal continúan reclamando la devolución de la licencia para poder abrir el aeropuerto las 24 horas, más allá del parche actual que permite a Foronda abrir unas horas de día mediante la fórmula del H16, dentro de las franjas solicitadas a tal efecto por Ryanair.

Cinco años atrás, certificada la pérdida del H24 las consecuencias no se hicieron esperar. De los 24.108 pasajeros que llegaron a Foronda en 2012 se pasó a 6.775 en 2013, un 71,9% menos. En 2014 la cifra apenas se elevó hasta los 7.064, mientras en 2015 fueron 11.164 los viajeros que pasaron por sus instalaciones. En 2016 el repunte empezó a ser estimable, con 36.457 pasajeros, un incremento del 226%, y durante este año el aeropuerto duplicará como mínimo esa cifra, pues entre enero y julio han sido 34.397 las personas que han pisado Foronda, aunque lejos quedan los 200.000 pasajeros anuales con los que contaba entre 2007 y 2011.

El aumento de pasajeros actual está auspiciado, curiosamente, por la misma compañía que en su día dio la espantada de Vitoria, en un movimiento que fue el principio de los problemas en materia de viajeros. El regreso ahora de Ryanair a Gasteiz con dos enlaces iniciales desde finales de marzo -Tenerife y Milán- y otros dos desde finales de octubre, Sevilla y Colonia, busca olvidar los malos años y alcanzar los 150.000 pasajeros anuales lo antes posible.

Con la eliminación del H24 hubo algo, sin embargo, que no cambió a peor: la carga. De hecho, aumentó, pero no por la decisión del Gobierno sino a pesar de ella, pues es DHL quien se ha encargado desde entonces de revitalizar por sí misma la estadística de tráfico de mercancías. De las 34.652 toneladas de carga de 2012 se pasó en un año hasta las 37.482, un 8,2% más. En 2014 fueron 42.160 y, en 2015, 46.371, con un nuevo arreón en 2016 (52.134 toneladas) que llevó a Foronda a cerrar el año con récord histórico de carga. Este curso, en los siete primeros meses la cifra alcanza ya las 34.362 toneladas y todo apunta a un nuevo tope histórico.

cronología de un recorte Aunque el pistoletazo de salida al nuevo horario, de 20.30 a 8.30 horas -ahora ampliado hasta el H16 con ventanas horarias diurnas- no llegaría hasta el 23 de agosto de 2012, las semanas que precedieron a su suspensión estuvieron marcadas por un sinfín de declaraciones de alarma por un lado y de excusas y llamamientos a la calma en el otro, el del ejecutivo central.

Corría el mes de abril cuando, tras admitir la por entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, que se elaboraría un plan de austeridad para los aeropuertos estatales, en Vitoria surgían los primeros rumores sobre la forma en la que dicho plan afectaría a la terminal gasteiztarra. Por aquel entonces se hablaba de la posibilidad de que al menos dos aeropuertos de Euskadi y las provincias limítrofes pudieran cerrar a cal y canto. Y pasó, pero sólo afectó a Foronda. El 28 de junio de 2012 Ana Pastor dio a conocer los nombres de los aeropuertos que entrarían en el plan de eficiencia de la red de AENA.

La mirilla apuntaba a las instalaciones que, primero, fueran deficitarias, y que además tuvieran menos de 500.000 pasajeros al año. El borrador establecía punto por punto los recortes que se aplicarían en Vitoria: apertura nocturna, reducción de plantilla de los 122 trabajadores que tenía hasta una veintena, subida de tasas para los vuelos que quisieran aterrizar fuera del horario, cierre los fines de semana... Una lista de la compra digna de Jack el destripador.

confusión inicial y el pif Dos meses después, el 23 de agosto de hace cinco años, Foronda cerraba por primera vez sus puertas durante el día, aunque los trabajadores todavía estaban en sus puestos a pesar de que la terminal estaba cerrada hasta las 20.30 horas. La confusión fue común durante los días y semanas siguientes, con aviones que tenían en su plan de vuelo a Foronda como aeropuerto de aterrizaje de emergencia aunque no estuviera abierto. Apenas unos meses después de la eliminación del H24 Foronda sufriría otro varapalo por parte del ejecutivo del PP, la pérdida del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF). Un elemento fundamental para el tráfico de perecederos y animales vivos que en los últimos años ha estado en varias ocasiones cerca de recuperarse pero que, incluso ahora que DHL solicita también su reactivación junto a Decoexsa, no está contando con el apoyo real de la Delegación del Gobierno en el País Vasco para apretar las tuercas a los ministerios implicados: Hacienda, Medio Ambiente y Sanidad.