vecinos de todas las edades participaron en la noche del lunes en el tradicional akelarre celebrado en la remozada plaza de Elvillar, donde se representaba por quinto año consecutivo tras 18 años anteriores de escenificación en el Dolmen de la Hechicera, monumento que a día de hoy está restaurando y protegido.

Para encajar la representación en la historia, antes del comienzo, el historiador de la localidad Justino Gainzarain hizo un repaso a los datos de aquellos acontecimientos, recordando el nacimiento de la bruja Salustiana y de la represión de la Inquisición. No olvidó tampoco rememorar el Fuero de Libertades del pueblo de Elvillar, que este año celebra su 350 aniversario y que se festejó en la jornada de San Isidro con la presentación de la bandera de la localidad.

Tras la descripción de los propios vecinos, de todas las edades, llevaron a cabo la representación en la que se recuerda el nacimiento de Salustiana, el juicio al que se sometió a cinco presuntas brujas por parte de la Inquisición en 1610, en Logroño, las protestas del pueblo y la concentración y fiesta de brujas llegadas desde otros muchos lugares. En la representación interviene buena parte del vecindario: niños pequeños que juegan a saltar a la comba y los bolos, otros que permanecen sentados, señoras al abrigo de la lumbre del brasero o cocinando? Es decir, haciendo las tareas cotidianas de cualquier pueblo, hasta que llegan los enviados por la Inquisición para acusar a cinco vecinas de practicar la brujería para quemarlas en la hoguera, algo que sucedió realmente a través del tribunal inquisitorial constituido a tal efecto en Logroño.

La representación acaba con una gran danza presidida por el macho cabrio y con la plaza llena de brujas que han ido llegando desde numerosos lugares de la geografía de Euskadi.

Buena parte del pueblo participa o actúa en la organización de este evento, ya que todos los disfraces y el atrezzo que se utiliza en la representación ha sido diseñado y construido por la gente de Elvillar.

Finalizada la recreación teatral, se aguardó media hora con los sones en euskera de una disco móvil. Más tarde, a las doce de la noche, con el estruendo y luces de una colección de fuegos artificiales, se hizo descender a la Hechicera desde la torre de la parroquia, dando comienzo a las fiestas de la Asunción y San Roque

Las fiestas continuaron ayer con la celebración de Nuestra Señora de la Asunción, con misa y procesión con las danzadoras y teatro callejero y degustación de morcilla a cargo de la Asociación de Jubilados. Y hoy miércoles es la jornada de San Roque, con misa y procesión y numerosos actos hasta el retorno de la Hechicera a la torres de la parroquia.