Si durante estos meses de atrás han sido los escolares los que han llevado la batuta de las actividades de promoción del Araba Euskaraz, en la jornada de ayer el protagonismo, silencioso, fue de los voluntarios que, sin hacerse notar, estuvieron pendientes de cualquier incidencia para solucionarlo rápidamente. Uno de estos voluntarios fue Higinio Arinas que ha colaborado en todas las fiestas que se han celebrado en Labastida desde que se puso en marcha la ikastola. Ayer, en la enorme explanada de la ikastola y soportando temperaturas muy elevadas, comentaba que “después de haber dejado todo preparado estos días de atrás, a las siete de la mañana hemos dado una vuelta para ver si estaba todo bien y hemos empezado a recibir a la gente, a los voluntarios, colocándoles y dándoles indicaciones. Después solo ha quedado vigilar que la fiesta fuera como tenía que ir y que no hubiera muchos problemas”.
En esa tarea colaboraron 300 personas de numerosos pueblos de Rioja Alavesa con el deseo de echar una mano en lo que hiciera falta: desde vigilar hasta vaciar papeleras y que nada fallara en una especial jornada.