Vitoria - Errekaleor Bizirik, el proyecto integral de autogestión en ese barrio de Vitoria, el okupado más grande del Estado, hizo ayer un llamamiento a través de las redes sociales para pedir generadores para alumbrar las 150 viviendas en las que residen. Lo hacía un día después del corte de luz de Iberdrola, a petición de Industria, alegando motivos de seguridad, en medio de un extraordinario despliegue policial que se saldó con tres detenidos y otras dos personas intervenidas judicialmente en medio de la tensión vivida desde primeras horas del jueves. Sin embargo, para el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, dicha intervención fue “correcta y absolutamente necesaria porque estaba más que justificada”.

Algo que desmienten los okupas, dado que argumentan que el informe técnico de electricidad del Ayuntamiento se basa en las condiciones de Errekaleor de antes del incendio de 2015, mientras que ahora “contamos con un grupo específico de trabajo que revisa los edificios, desde cornisas a electricidad”, explica Itxaso Viñe, vecina del barrio para quien no se trata de una cuestión de seguridad, sino de “dos posturas antagónicas: el Ayuntamiento quería que nos fuéramos de Errekaleor a toda costa y nosotros que no nos íbamos a mover de allí”.

La otra versión fue la del alcalde en su tradicional comparecencia de los viernes, al asegurar que “los okupas saben que no cumplen con las condiciones de habitabilidad”, decía en referencia “a los enganches ilegales y una serie de consumos efectuados en una instalación que es antigua y que no puede soportarlos”. Los cables del jueves eran los únicos que quedaban con suministro tras el primer corte de luz, en marzo de 2015, después del incendio de febrero en una casa de Errekaleor en la que murieron tres perros. Que, como recalca Viñe, “no estaba ocupada por el movimiento Errekaleor Bizirik”.

Para evitar que un accidente de este tipo se repitiera, Industria, según recordó Urtaran, requirió a Iberdrola que interviniera. Y lo hizo con una “correcta” actuación, para eliminar “riesgos de las personas que viven en Vitoria”, ya que, de los contrario “el responsable subsidiario de lo que pasaría es el Ayuntamiento y, en concreto, el que habla”.

El alcalde insistió en que su legislatura siempre ha tendido su mano para “dialogar, negociar y mostrar otras alternativas para recolocar a este colectivo en otros puntos de la ciudad (en Aretxabaleta)”, tras el riesgo de habitabilidad, garantizando medidas de seguridad. Unas propuestas rechazadas por los okupas, dado que “forma parte de su ADN no negociar porque es un colectivo antisistema, que no quiere hablar con las administraciones públicas”.

Derribo del barrio Preguntado Urtaran por el siguiente paso, insistió en que “el objetivo del Ayuntamiento siempre ha sido muy claro: derribar Errekaleor para hacer allí un proyecto de huertas ecológicas que dé continuidad al Anillo de Gasteiz. Nunca hemos contemplado que el barrio se quede como está”. Como continuó Urtaran, se trata de “recuperar lo que antiguamente fue un terreno verde, al estilo Basaldea, pero nunca especular en esa zona”.

El siguiente paso, antes de derrumbar las casas, que ya no cuentan con propietarios legales al pertenecer todas a Ensanche 21, sería el desalojo de los okupas, tal y como acordó la sociedad municipal en noviembre de 2016. Sin embargo, Urtaran no quiso dar fechas. “No voy a adelantar acontecimientos”, declaró. Urtaran también dijo tener “muy claro” que la seguridad de Vitoria “está por encima de todo y de cualquier movimiento por muy referente que sea”.

Precisamente, para el primer edil el hecho de que Errekaleor se haya convertido en un símbolo okupa se debe a que “es un problema de no haber intervenido antes” debido a que “el anterior gobierno municipal (en manos del PP) miró hacia otro lado”, en lugar de, como recordó, los “dos tipos de actuaciones” al respecto por parte de su equipo de gobierno: “hemos intentado buscar una salida negociada y hemos interpuesto denuncias, tanto por lo civil, como por lo penal”.

Poco después de las declaraciones de Urtaran, la oposición también quiso dejar clara su postura respecto al movimiento okupa de Vitoria. El presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzábal, afirmó que es la “negligencia” del alcalde la que ha “permitido que se extiendan” por Vitoria y ya habiten de forma ilegal no solo viviendas de Errekaleor, sino también de Olarizu, Aretxabaleta y del Casco Viejo. Por ello, exige al gobierno municipal que sea “más contundente” y les “ponga freno” porque su presencia en la ciudad causa “cierta alarma entre los vecinos”.

Todo lo contrario opina el grupo municipal de Podemos, que plantará cara a la “ciudad okupa” del PP presentando una enmienda a la totalidad de la moción popular, durante el Pleno de la próxima semana, por la que exigirá un estudio de las causas de la okupación, soluciones habitacionales y respeto a proyectos que sean un ejemplo de autogestión comunitaria. “¿Se han molestado los gobiernos municipales en incentivar el alquiler social y en acercarse a los movimientos alternativos?. No dan soluciones a los problemas que crean. Los estigmatizan, denuncia su concejal, Juan Cerezuela

El equipo de gobierno. El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, afirmó que la intervención del jueves en Errekaleor fue “correcta y absolutamente necesaria”.

Errekaleor Bizirik. El movimiento desmiente que el corte de luz sea por seguridad, sino para desalojarles porque en ese punto estaban dispuestos a negociar.

PP de Álava. Pide a Urtaran contundencia con los okupas.

Podemos Vitoria. Enmendará a la totalidad la moción del PP. En su lugar, pide estudiar todo el movimiento okupa de Vitoria.