proyecto. El Ayuntamiento de Navaridas ha licitado una fase más de las obras en la zona de la calle Tesoro, la zona de las bodegas que se está hundiendo, y en la que este municipio está invirtiendo sus escasos recursos con el apoyo de la Diputación Foral para frenar el deterioro que sufre toda la ladera del cerrillo sobre el que se asienta el casco urbano. Se trata, ahora, de la segunda fase, para la que se cuenta con una dotación máxima de 384.220,70 euros, IVA incluido, y con un plazo de ejecución de seis meses. Es una cantidad que se suma a los 370.000 euros que ya se llevan gastados y no se descarta que se tengan que realizar nuevas obras según evolucione el tiempo, ya que de la meteorología depende en buena medida su evolución. Según relata el alcalde, Miguel Ángel Fernández, el problema que vive Navaridas se debe a dos razones. Por un lado “la gran cantidad de caños de agua que atraviesan el subsuelo del pueblo”, ríos subterráneos que llegan desde las laderas de Sierra Cantabria y que ocasionan que a nueve metros de profundidad mane el agua. Por otra parte, las lluvias han contribuido a que la situación haya sido muy grave los años en los que se ha registrado mayor cantidad de pluviometría, ya que el terreno es muy permeable y la lluvia queda embalsada debilitando el terrero superior. Fotos y texto: Pablo José Pérez
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