El proyecto para la rehabilitación energética del barrio de Coronación ha consumido el primer trimestre del año sin que se hayan producido avances en los trabajos que se marcaban en los pasos iniciales. Ante esta falta de movimiento, tanto desde el Ayuntamiento como desde Visesa, la sociedad del Gobierno Vasco encargada del asunto, los vecinos afectados plantean airear el punto de estancamiento en el que se halla el proyecto SmartEnCity. Su primera medida será la convocatoria, en la primera quincena de mayo, de una rueda de prensa para denunciar la falta de avances. En la segunda parte del mes entrante, han expresado su intención de llevar a cabo una asamblea informativa en el centro cívico Aldabe para poner en común las inquietudes y dudas que les asaltan respecto a una iniciativa de la que no se han vuelto a tener noticias. El único movimiento simbólico, llegó el jueves con el anuncio del alcalde, Gorka Urtaran, para arrancar el Plan Especial de Coronación, pero sin concretar aspectos como fechas o plazos que constanten el progreso del plan.

diez meses de mutismo Los últimos movimientos que se produjeron en este innovador proyecto tuvieron lugar en abril y junio del pasado año, cuando se celebraron las sesiones informativas de presentación a los vecinos, el 18 de abril, y en la puesta de largo de las proyectadas reformas de las calles y plazas del barrio, el 21 de junio del pasado ejercicio. Ha transcurrido diez meses desde esa última iniciativa y no se han cumplido los plazos y ritmos anunciados en aquellas pomposas reuniones y el calendario sigue consumiendo fechas. De hecho, en la actualidad existen “más de 40 portales” que no han acudido a la oficina de información a los vecinos que se mantiene abierta en la calle Pintorería. “Nadie les ha urgido a pasarse por aquel punto y a pedir información sobre el asunto”, concreta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el representante de la asociación Errota Zaharra, César Caño.

En aquellas presentaciones se establecieron diferentes hitos temporales como los anteproyectos de rehabilitación energética para las diferentes tipologías de edificios existentes en el barrio, de manera que pudieran ser estudiados por las comunidades interesadas en realizar la obra, a partir de julio de 2016. La previsión cifraba también, en que a partir del verano pasado ya iba a estar elaborado el presupuesto detallado de las obras para las comunidades que lo solicitaran y se tuviera certeza de las subvenciones disponibles para cada caso.

Del amplio catálogo de intenciones enunciado en el arranque del proyecto, el único que es realidad, hasta la fecha, es el servicio de información a las comunidades puesto en marcha por Visesa en la oficina comercial del Casco Medieval vitoriano. Inicialmente fue personal de Visesa el que estaba detrás del mostrador para comunicar e informar a los vecinos que se han acercado hasta la fecha. Desde el pasado mes de diciembre, se ha incorporado a ese espacio, personal municipal de Ensanche 21, administrativos y un arquitecto en concreto, con la finalidad de encargarse de la parte comercial del proyecto.

Sin embargo, las gestiones no han pasado más allá de los meros encuentros informativos entre vecinos e instituciones y sin que hayan llegando a trascender el número concreto de comunidades que han dado su visto su bueno y se ha adherido al proyecto de renovación energética. De los 108 portales afectados por estas labores, 74 han recibido algún tipo de información y 29 volvieron a recabar más detalles en dos o tres ocasiones, según los últimos datos proporcionados desde Errota Zaharra tras una reunión con el Ayuntamiento de la capital alavesa.

Esa misma oficina ubicada en la calle Pintorería tiene también como misión el servicio de asesoría a las diferentes comunidades para presupuestar las obras de rehabilitación para cada uno de los edificios e informar de las ayudas del proyecto disponibles. El calendario de plazos marcaba que para el pasado otoño se hubiera completado ese servicio de asesoría, información de presupuestos y firma de contrato con Visesa en el que estuvieran detalladas las características de la obra a realizar y las formas de pago. También en el concluido otoño debían estar disponibles todos los documentos para ser estudiados por las comunidades interesadas, al tiempo que Visesa tenía como misión organizar una serie de presentaciones para explicar a los interesados los términos del contrato y resolver todas las dudas. A día de hoy, “algún portal ya ha debido firmar”, esbozó Caño a este diario, aunque, por ahora, no se sabe la cantidad exacta de comunidades adheridas.

La única alteración concretada es la referida al papel de Visesa en la tarea de rehabilitación. Va a ejercer ahora el papel de promotora y encargada de contratar y ejecutar las obras de mejora, en lugar de que las propias comunidades de vecinos interesadas procedieran a entrar en contacto directo con las empresas. Va a corresponder a Visesa afrontar esa parte de la recuperación y canalizar las ayudas hacia las comunidades.