Vitoria - El juzgado de lo penal número 1 de Vitoria celebró ayer cuatro juicios marcados por un denominador común: la violencia machista. La jornada monotemática sirvió para dibujar una idea aproximada del volumen cada vez mayor de este tipo de vistas en el Palacio de Justicia gasteiztarra. Cuatro vistas con un solo acuerdo de conformidad y cuatro hombres sentados en el banquillo de los acusados. Ninguno de ellos de origen extranjero.

Arrancó el día con el recuerdo de un suceso ocurrido el 28 de septiembre de 2015 en la localidad alavesa de Legutio. Un hombre de 34 años, sin antecedentes penales, se encontraba en su casa junto a su madre. Comenzaron a discutir y los gritos fueron ganando en intensidad hasta que, alrededor de las 23.00 horas, según el fiscal, el individuo agarró a la mujer por el cuello, se encerró en una habitación con ella y le golpeó con una botella en la cabeza.

De acuerdo con el contenido del escrito de acusación, la agresión le causó diversas lesiones en la cabeza, dolor en la región cervical y heridas en mano y brazo. En total, la pena solicitada para el denunciado ascendió a 6 meses de prisión, una indemnización de 108 euros y la prohibición de comunicarse con su madre por cualquier medio durante un año y seis meses.

El segundo juicio, programado para una hora después, llevó a la sala a un reincidente, condenado en 2015 por la comisión de un delito de maltrato familiar a una pena de 22 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Los hechos enjuiciados en la jornada de ayer se remontan a la madrugada del 15 de mayo de 2016. El denunciado, tal y como relató la Fiscalía, se encontraba en las inmediaciones de un bar de la calle Mateo Moraza en compañía de su pareja sentimental. Ambos iniciaron una discusión que el acusado zanjó propinando una bofetada en la cara a la chica. A pesar de que la víctima renunció de forma expresa a cuantas acciones civiles y penales le correspondían, el fiscal constató que los hechos eran constitutivos de un delito de violencia de género y que, además, concurría la circunstancia agravante de reincidencia, por lo que reclamó para el hombre un año de prisión y la prohibición de aproximarse o comunicarse con la chica durante dos años.

Una hora después, la agenda señalaba la celebración de la tercera vista. Una agresión sin lesión cometida en noviembre de 2015 en Navarra sobre una vecina de la localidad alavesa de San Millán. A las 7.20 horas de aquél día, el acusado, un hombre de 43 años, se encontraba en una calle de Pamplona acompañado de su pareja sentimental con la que convivía en su domicilio de Álava. En un momento dado, según la Fiscalía, zarandeó a la mujer, le propinó dos golpes con la mano y la empujó violentamente contra el suelo. Los hechos fueron constitutivos de un delito de agresión sin lesión en el ámbito de la violencia de género, por lo que la Fiscalía solicitó imponer al acusado la pena de 7 meses de cárcel y, subsidiariamente, otra de 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como la prohibición de contactar con ella durante un año y 7 meses.

El último de los juicios previstos para ayer tuvo como protagonista a un individuo que, de acuerdo con la narración ofrecida por la Fiscalía, durante el transcurso de su relación sentimental con su pareja la insultó y minusvaloró de forma constante. De acuerdo con la acusación, le dedicaba frases tales como “no vales para nada, quién te va a querer”, y le exigía que realizara gestiones relacionadas con su trabajo. Controlaba su uso del teléfono móvil y, en diversas ocasiones, le agredió dándole bofetadas y empujones, aunque ella nunca acudió a un centro médico. “Si yo no te pego tú no paras, te pego para que aprendas”, afirma el fiscal que le decía después de golpearla. En una ocasión, tras una discusión, le propinó una patada en el estómago, la zarandeó y la empujó, provocando su caída por las escaleras. A raíz de todo ello, la mujer presenta daños psicológicos, por lo que la Fiscalía reclamó para el acusado una pena total de 3 años de prisión y 6 de alejamiento.