agurain - Los cabezudos son una tradición popular celebrada en muchas fiestas locales de Europa occidental y América Latina que dan color y alegría a los festejos. Por este motivo el Ayuntamiento de Iruraiz-Gauna, en plena Llanada, ha puesto en marcha una serie de talleres en las localidades de Arrieta, Erentxun y Ezkerekotxa con el objetivo de confeccionar un total de seis buruhaundis que animarán sus celebraciones.
En concreto, se trata de un proyecto de talleres de cabezudos en el que participarán esas tres localidades. “El objetivo es aprender la técnica para hacer dos cabezudos, que las personas participantes puedan realizar más y que los cabezudos que se realicen puedan ser utilizados en las fiestas de esos pueblos”, explica Marivega López de Arbina, técnica sociocultural del mencionado Consistorio.
El primero de los tres talleres que se impartirán este año comenzó el pasado 19 de marzo en Arrieta y concluirá el 7 de mayo tras un total de cinco sesiones. “En Erentxun se realizará el taller en mayo y en Ezkerekotxa a partir del último trimestre del año”, precisa López de Arbina. La asistencia a los mismos es libre y “toda persona que quiera asistir lo puede hacer”, remarcan desde la organización.
“Cada pueblo elige qué personajes quiere hacer, se les invita a que tengan relación con el municipio, o que participen en el diseño, partiendo de dibujos de los niños del pueblo, por ejemplo”, agrega David Tavares, instructor del taller.
En un principio en cada uno de los pueblos participantes se fabricarán dos cabezudos, aunque, según apuntan desde la organización, “si las personas participantes quieren hacer más, una vez aprendida la técnica o porque el número de personas participantes es muy amplio, se pueden hacer más”.
Para la elaboración de los buruhaundis se utilizarán materiales cien por cien reciclados. “Trabajar con papel es algo divertidísimo. Es barato y reciclable, gran parte del material usado son cajas de cartón de las fruterías del mercadillo del barrio y periódicos viejos y el resto es cartón fallero”, señala Tavares.
El proceso En cuanto al proceso de construcción de estas piezas, hay básicamente dos métodos. Varias de ellas están realizadas a base de añadir papel encolado a una estructura construida previamente con cartón de embalaje o bolas de papel de periódico. El otro proceso parte del modelado en barro de la pieza, del cual se hace un molde de escayola, que luego se rellena de cartón piedra. En cuanto a los acabados, la mayoría de las piezas están pintadas con acrílico, aunque también las hay con acuarelas, témperas, rotuladores e incluso papeles de colores.
Los objetivos de los talleres son, según Tavares, instructor de los mismos, fomentar el trabajo colaborativo y la identidad del pueblo, el desarrollo de la creatividad y aprender un método de trabajo artesanal.
“Esos cabezudos se utilizarán en las fiestas de cada pueblo que participa en el proyecto”, añade López de Arbina.
Las localidades de Arrieta, Erentxun y Ezkerekotxa se suman así a iniciativas similares de elaboración de sus propios cabezudos como la llevada a cabo el pasado año en Zalduondo donde sus vecinos elaboraron cuatro cabezudos entre los que no podía faltar Celedón, todo un símbolo en la localidad. Indagando en la historia local encontraron a Hanka Gorri, su particular hombre del saco. Con el fin de conseguir la paridad, los vecinos incluyeron en el nuevo elenco de personajes a Blasa, en honor a Blas de Arratibel, vecino de la localidad con gran interés por las tradiciones y artesano tardío. La lista se completa con Estibaliz de Iloa, juzgada por la Inquisición al ser acusada de brujería.