VITORIA. El Ministerio Fiscal pedía cinco años y medio de cárcel para este joven que, cuando se produjeron los hechos, el 26 de octubre de 2015, tenía 21 años pero durante la vista oral celebrada el pasado día 2 el representante público y la defensa llegaron a un acuerdo de conformidad que fue ratificado por el acusado en los términos de la sentencia conocida ahora.
Según los hechos declarados probados en la resolución dictada por el Juzgado de lo Penal 1 de Gasteiz, el joven inició una discusión con su madre y en el transcurso de la misma se acercó a ella por la espalda y le arrojó encima una cazuela de agua hirviendo mientras le decía: "Muérete, muérete, quiero verte muerta".
La intención del hoy condenado era "menoscabar la integridad física de su progenitora", que a consecuencia de la agresión sufrió quemaduras de primer grado en la cara y de primer y segundo grado en el brazo y antebrazo derecho, de las que tardó en curar más de un mes.
El joven además trató de agredir a los agentes de la Ertzaintza que acudieron a la vivienda. A uno de ellos le lanzó un móvil desde una ventana de la casa y se abalanzó contra otros dos miembros de este cuerpo policial que entraron en la vivienda, a los que trató de propinar patadas.
La sentencia indica además que una vez detenido el joven siguió amenazando de muerte a su madre, que ha renunciado a ser indemnizada.
El titular del Juzgado de lo Penal 1 de Vitoria considera que el joven cometió un delito de lesiones con la agravante de parentesco y le condena a tres años y medio y un día de cárcel, así como a la prohibición de acercarse a su madre, tanto a su domicilio como a su lugar de trabajo y a aquellos espacios que frecuente durante cuatro años y medio.
Asimismo el juez le considera autor de un delito de resistencia a agentes de la autoridad y le impone una multa de 1.080 euros y una pena de cinco días de localización permanente como responsable de un delito de amenazas leve.