elburgo - El regreso a la tierra puede significar volver a cultivar y a practicar la agricultura. Los campos de todo el mundo se han despoblado o se despueblan. Cada vez es más frecuente que los jóvenes no sientan la necesidad de continuar la labor de sus padres y, donde las familias no cultivan ya la tierra desde hace generaciones, el oficio de agricultor es muy raramente contemplado como opción de vida en el futuro de los jóvenes. Producir alimentos para uno mismo y para el prójimo es el modo más puro y completo de reponer el alimento en el centro de la propia vida, insertándose armónicamente en los sistemas naturales, interaccionando con ellos con respeto por preservarlos y hacerlos evolucionar, obteniendo el necesario sustento y una gratificación que pocos trabajos en el mundo pueden igualar.

Esta filosofía es parte de Biohazi, un proyecto de emprendimiento agroecológico del Ayuntamiento de Elburgo, socio de la red Terrae, destinado a impulsar el emprendizaje agroecológico, fomentar el desarrollo rural y concienciar sobre la importancia de los alimentos saludables, locales y de temporada. El proyecto se realiza en dos parcelas de titularidad municipal y que fueron zona verde, situadas en la localidad de Añúa. La propuesta apuesta por el regreso a la tierra, la lucha contra el despilfarro, la economía local y la democracia participativa y la educación permanente. Todo ello, en un municipio de 620 habitantes con seis pueblos; Arbulu, Argómaniz, Añúa, Gaceta, Hijona y Elburgo.

Actualmente hay dos jóvenes emprendedores que trabajan las dos parcelas municipales de 1.000 metros cuadrados desde su puesta en marcha en base a la ordenanza reguladora de la concesión y uso por cuatro años. Uno de ellos va a dejar de cultivar por motivos laborales, por lo que el Ayuntamiento ha decidido abrir la convocatoria para optar al uso de esa parcela municipal en la localidad de Añúa como oportunidad para iniciarse en la agroecología y abrirse paso en la comercialización de los productos respaldado por el Ayuntamiento. El plazo de presentación de solicitudes finaliza el 27 de enero. Tendrán prioridad aquellas iniciativas que apuesten por la sostenibilidad, que estén impulsadas por vecinos empadronados en el municipio y por mujeres.

María Vallejo resalta que la experiencia es “sumamente positiva”, no sólo por el propio aprendizaje de horticultura, sino porque “aprendes a alimentarte mejor o a saber que hay que cuidar el suelo”. Además reconoce que lo más difícil es “conseguir la tierra y los circuitos de comercialización” al tiempo que señala que “es un trabajo duro, pero que da muchas satisfacciones”. Los usuarios del terreno abonan un canon anual de 100 euros más el coste del consumo de agua.

La iniciativa Biohazi nació en 2015 impulsada por el Ayuntamiento de Elburgo, con el apoyo de Ihobe (Gobierno Vasco) y la colaboración de la red intermunicipal red Terrae (Territorios Reserva Agroecológicos). Su adjudicación y uso están regulados por la correspondiente ordenanza municipal y el propio Ayuntamiento asesora en el proceso de comercialización de productos en circuitos cortos y mercados locales y con una garantía de calidad (certificación ecológica por Eneek).

Según explica la alcaldesa de Elburgo, Nati López de Munain, “la agroecología como enfoque ecológico del proceso agrícola, abarca los aspectos de la producción de alimentos y toma en cuenta los aspectos culturales, sociales y económicos que se relacionan e influyen en la producción”. También apunta que es necesario contar con cierta formación e interés por la tierra para la participación en el proyecto.

Hodei del Olmo, técnica del Ayuntamiento en Medio Ambiente, comenta que no es sólo un proyecto de agricultura ecológica sino de agroecología, cuyas bases principales son la venta directa, la transformación y consumo local, y el aprovechamiento diversificado de los recursos y residuos.

Esta iniciativa pretende fomentar el relevo generacional en el sector y el empleo, así como nutrir el suelo y evitar su pérdida. Además apuesta por la conservación de corredores verdes y de biodiversidad, la custodia del territorio para el desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas proactivas con los valores del paisaje. Desde el Consistorio ven con buenos ojos además la creación de un registro administrativo municipal formado por los terrenos sin utilización de propietarios interesados en su arrendamiento para que puedan ser cedidos a interesados que demanden iniciativas agroecológicas.

Además, bioconstrucción Además del propio terreno en Biohazi cuentan con un seto perimetral de plantas que crean barrera contra el viento y plantas aromáticas que crean biodiversidad, además de con una caseta de aperos hecha con técnicas de bioconstrucción y materiales reciclados (neumáticos, fardos de paja, cañas, arcilla y arena) con una cubierta verde que es un reservorio de agua, aislante térmico y fuente de oxigeno y un invernadero que ayuda a adelantar la cosecha de primavera y en invierno a proteger las plantas de las heladas. “Se hace el plantel de lo que se va a plantar de variedades locales y ecológicas”, señalan los impulsores de la idea en el municipio que cuenta en la actualidad con alrededor de una veintena de agricultores, de los cuales la mitad cuentan con más de 55 años.

Iniciativas populares. Durante su trayectoria Biohazi ha servido, además de lugar de producción hortícola, de base para la organización de una serie de iniciativas populares como un taller de diseño y creación de setos sostenibles, otro de preparación de extractos vegetales y abonos naturales, un tercero de huerta ecológica o de bioconstrucción y cubiertas vegetales, entre otros.

Regreso de la juventud. Con iniciativas como ésta en Elburgo apuestan por favorecer un regreso de los jóvenes a la agricultura y a los campos. Se necesita disponibilidad de la tierra, instrumentos, infraestructuras, simplificaciones burocráticas, financiaciones, una justa educación y la garantía de transmisión de los saberes.

La primera edil de Elburgo sintetiza las virtudes que se quieren explotar dentro del proyecto Biohazi.

Esta técnica en materia de Medio Ambiente puntualiza parte de los fines de esta propuesta ligada a la tierra llevada a cabo en el municipio de la Llanada.

una cifra

20

En la actualidad hay una veintena de vecinos de Elburgo que se dedican a actividades agrarias y ganaderas.