vitoria - Conocido desde hace días el sentido de su voto, los cuatro junteros de Podemos que se han levantado en armas contra la dirección del partido escenificaron ayer en las Juntas Generales su órdago votando en contra de las cuentas forales de 2017. Las tres junteras fieles a la formación morada, por su parte, cumplieron la disciplina de voto y se abstuvieron a cambio de las 24 enmiendas que Podemos ha introducido en los Presupuestos, por una cantidad total cercana al millón de euros.
A partir de ahora, los cuatro díscolos -Koldo Martín, Daniel Trujillano, Juanjo Celorio y Javier Bizarro, además de lo que ocurra con Mari Cruz Polaina, que se encuentra de baja pero apoya a sus compañeros- se enfrentan a una más que posible expulsión del partido, una vez los cinco integrantes del comité de garantías se reúnan -si nada cambia, el próximo jueves- para dirimir los expedientes que se les ha abierto por saltarse la disciplina de voto, sin olvidar los previos relacionados con los problemas internos que asolan al grupo desde el inicio de la legislatura.
Consumado el enfrentamiento iniciado hace dos semanas, que no sólo no se ha diluido sino que ha ido creciendo día a día con declaraciones cada vez más duras entre las partes, los procuradores rebeldes aguardarán ahora a que la comisión de garantías dirima la próxima semana su futuro para decidir qué pasos darán a corto plazo. “Hemos cumplido con nuestro compromiso con los círculos y ahora asumiremos las consecuencias”, apuntó al término del Pleno Daniel Trujillano.
Poco antes, su compañero Koldo Martín publicaba en las redes sociales un mensaje más explícito en el que aludía, mediante una conocida cita literaria, a la caza de brujas que aseguran estar sufriendo. “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos...”, escribió Martín en un mensaje acompañado de una fotografía de la dirección de Podemos Euskadi y la frase “hoy es Araba, mañana el resto”. Más templada, en el otro bando la portavoz de Podemos en las Juntas Generales, Arantxa Abecia, una de las tres fieles al partido, se limitó a recordar que, certificado el desafío de sus compañeros, la formación “no hará dejación de sus funciones y tomará nota por no haber seguido la disciplina de voto”.
Si la comisión de garantías certifica la próxima semana la expulsión de los junteros, y por consiguiente se les reclama que entreguen su acta de procuradores, estos tendrían que decidir qué decisión toman sobre su futuro. La menos probable, a tenor de las declaraciones que vienen realizando en los últimos días, sería acatar la expulsión y renunciar a su acta, permitiendo a la formación morada sustituirlos por otros miembros del partido. Si se niegan, a pesar de que el código ético de Podemos obliga a sus cargos públicos a dejar su puesto si son expulsados, su futuro podría pasar por formar un grupo propio dentro de la Cámara foral, aunque la reglamentación de las Juntas no aclara si podrían, entre otras cosas porque no existe precedente de un caso similar, con tantos protagonistas implicados. En esta situación, la decisión final quedaría, en última instancia, en manos de la mesa de las Juntas, presidida por Pedro Elosegi.
De no recibir el visto bueno, podrían pasar directamente al grupo mixto, obligando a rehacer su reglamento interno para compartir espacio, minutos, portavocías y asignaciones económicas con sus dos integrantes actuales: Miguel Ángel Carrera, ex de Ciudadanos que decidió continuar como juntero independiente tras ser expulsado del partido de Albert Rivera, y José Damián García, de Irabazi.
La última posibilidad, la más intrincada, pasaría por que los cinco díscolos decidieran expulsar del grupo a las tres junteras fieles a la dirección, obligando de nuevo a la mesa de las Juntas a decidir si acata esa decisión interna del grupo o, por el contrario, echa atrás esta posibilidad.
la lotería de las juntas Y mientras todas las miradas se centraban en el penúltimo episodio de la fractura de Podemos, el Pleno de las Juntas Generales -donde por cierto la lotería dejó un buen pellizco (120 euros por décimo) entre junteros y trabajadores, gracias al mismo número que juegan todos los años-, el gobierno foral PNV-PSE sacaba adelante sus segunda cuentas consensuadas con los votos favorables de EH Bildu, además de jeltzales y socialistas, y la abstención de Podemos, o al menos de tres de sus junteras. También se abstuvo finalmente el procurador del grupo independiente, Miguel Ángel Carrera, tras la introducción en el Presupuesto de una partida de su cosecha. Así las cosas, Álava contará en 2017 con un Presupuesto total de 473 millones de euros y 87 enmiendas pactadas con EH Bildu, Podemos y el citado juntero independiente. El “no” llegó, como estaba previsto, del Partido Popular, el procurador de Irabazi y los cuatro críticos de Podemos.
Finiquitada la votación, el diputado general, Ramiro González, se felicitó por tener en su mano unas cuentas pactadas gracias al acuerdo “transversal” de todos los grupos, salvo dos, de la oposición, valorando así el respaldo de “casi todas las sensibilidades políticas del territorio” a su segundo proyecto financiero de la legislatura. “Solamente se ha quedado fuera una sensibilidad importante, por decisión propia, que ha sido el PP”, subrayó.
“Es un Presupuesto que nos va a ayudar a recuperar la economía, generar empleo, mejorar los servicios públicos y sociales y profundizar en un cambio que ya iniciamos con el Presupuesto de 2016, además de dar imagen de consenso y estabilidad”, valoró González, que lamentó la actitud de Javier de Andrés, portavoz popular, por “carecer de argumentos contra el contenido real del proyecto presupuestario, lo que le ha llevado a desviar el debate hacia sus obsesiones y demonios”. Y es que, durante el debate, De Andrés cargó contra el pacto alcanzado entre el gobierno foral y EH Bildu por “olvidarse de las víctimas del terrorismo de ETA”, en referencia a una partida de memoria histórica o la futura oficina que, como adelantó este periódico, se pondrá en marcha en Vitoria para recabar datos y testimonios de víctimas del franquismo.
Por su parte, desde el socio presupuestario foral, EH Bildu, recordaron que el acuerdo llevará al territorio a “abrir el debate fiscal en 2017 e incrementar la financiación de las entidades locales”, entre otras medidas e iniciativas acordadas a cambio del segundo apretón de manos de la legislatura.