Se acercan las fiestas navideñas y, junto a las luces de colores, los enormes abetos y las bolas brillantes, llegan a las calles otros elementos indeseados. Especialistas en robos de carteras, ladrones de móviles, timadores de poca monta y estafadores de toda suerte se lanzan a la caza y captura del ciudadano bienintencionado. Como advierte el subcomisario de la Policía Local Kepa Solla, “en estos días de celebración, parece como si el espíritu de la Navidad nos impregnara, somos un poco mejores y estamos más predispuestos a ayudar y ser más solidarios, lo cual lleva a un grupo de delincuentes a tratar de aprovecharse de la situación”.

Aglomeración, festejos y compras masivas. Un cóctel navideño que se completa con un tipo delictivo muy concreto: el hurto. “Puede darse algún robo con violencia, pero resulta más anecdótico. Lo que más se producen son hurtos al descuido”, aclara el representante policial. Lo habitual en estas fechas es que la comisaría reciba múltiples denuncias por sustracciones de teléfonos y carteras, los elementos más codiciados por los denominados piqueros -así llamados por emplear dos dedos en forma de pico para coger los objetos- o carteristas.

También proliferan los caraduras especialistas en aprovecharse del buen corazón ajeno. “Gente que te pide una firma para apoyar alguna causa y mientras tanto te quita la cartera. O personas que urden estafas y pasan por los negocios en nombre de diferentes instituciones o asociaciones, incluida la Policía Local, pidiendo pequeñas cantidades de dinero. Ese es el panorama que nos encontramos en Navidad”, aclara.

Los timadores más sofisticados, especializados en la estampita y el tocomocho, aunque no son característicos de estas fiestas, nunca bajan la guardia. Sobre todo con las personas mayores y cuando hay mucha ilusión en juego, como sucede cada 22 de diciembre. “Aprovechan la circunstancia de la lotería -ilustra el subcomisario- para engañar a la gente. Les dicen que ellos no pueden cobrar el premio, que si con el IRPF pierden una parte... Pueden darse situaciones de entrar en juegos perversos en los que se pierde de todas, todas. Es probable que al calor del sorteo alguno intente ponerlo en práctica”.

La Policía Local recomienda recurrir al sentido común y, en caso de acudir a algún evento multitudinario, prestar la máxima atención a los efectos personales. “Ello implica que la cartera y el teléfono móvil han de llevarse en sitios seguros, y el bolsillo trasero del pantalón es la peor opción. También hay que prestar atención a los bolsos. Es preferible llevarlos en bandolera, pero siempre hay que colocarlos en sitios en los que se tenga constantemente el control”, apunta Solla. Si se puede incluso evitar llevar la cartera y limitarse a portar el DNI y algo de dinero repartido en varios bolsillos, mejor que mejor.

Si en el lugar al que se acude, además de mucha gente hay bebidas de por medio, hay que extremar la precaución con los conocidos como mancheros. “Te manchan arrojándote un poco de bebida por encima, te piden perdón, se ofrecen a ayudarte con la limpieza y se sirven de la confusión para llevarse la cartera y el móvil. Son delincuentes muy suaves y nada agresivos, pero si pueden, te roban”, desentraña Solla. Además del espíritu navideño, el afán consumista también se impone en estos días y, en el caso de tener que recurrir a un cajero automático en busca de efectivo, la Policía Local insta a la ciudadanía a hacerlo con “seguridad y responsabilidad”. Nunca sacar cantidades excesivas, ni introducir las claves de manera en la que nuestra seguridad pueda verse comprometida. Relacionado con la adquisición de artículos, el subcomisario insta a no caer “en compras que puedan resultar engañosas”. Personas que venden bolsos y otros objetos falsificados por la calle y que, según recuerda, “son fraudulentos y de mala calidad”.

Los trileros y lectores de manos no suelen prodigarse por estas latitudes y son más habituales del Levante, pero aún así, Solla llama a la cautela. “Hay que tener mucho cuidado con todo aquél que nos ofrezca una ilusión y se quiera quedar con nuestro dinero”, resume. Todo el periodo navideño, salpicado de actos populosos, entraña riesgos, pero el subcomisario centra buena parte de la atención en el Mercado de Navidad de la plaza de España. “Va a haber patrullas de paisano de la Policía Local vigilando el recinto -asegura-, pero aún así hay que ser precavido”. En la misma medida, reclama prudencia al acudir a las cabalgatas de Olentzero y Reyes Magos. La Nochevieja merece un capítulo aparte, ya que la ingesta de alcohol es superior a lo normal y se asiste a fiestas bulliciosas en las que se pasa calor. Ahí entran en juego los descuideros, que se aprovechan de los despistes para echar mano de las chaquetas, bolsos y abrigos que se quedan sobre la barra o en un taburete, vaciándolos de contenido. Incluso pueden llevarse las prendas.

Al hablar de las fiestas y cotillones de Nochevieja, Solla recuerda que esa noche habrá efectivos de la Policía Local dispuestos a intervenir para evitar que se produzcan incidentes, tanto por exceso de aforo como por falta de seguridad. “Este fin de semana hemos comenzado ya en Policía Local a recabar información de aquellos locales en los que se van a celebrar fiestas de Año Nuevo. Cuando tengamos la lista, les entregaremos una copia del bando de Alcaldía que recoge las medidas de seguridad a cumplir”. Y, al salir del cotillón y dirigirnos a pie a casa, consultando tranquilamente el teléfono móvil o empleándolo para contactar con los amigos, llega el turno de los cogoteros. “Te pegan un cogotazo, te quitan el móvil y se lo pasan a otra persona o salen corriendo con él, de manera que la víctima se queda con el golpe, desconcertado y sin el teléfono”, explica.