vitoria - Los pichis no sólo tienen más que pensada otra nueva morada en la ciudad, sino que ya están instalados en ella. Es en la calle Santo Domingo, a partir del número 20, donde a fuentes policiales consultadas por este diario les consta una denuncia presentada por una entidad bancaria, propietaria de ese piso que hasta la fecha permanecía vacío.

Con esta nueva ocupación ya son dos las que este clan gitano ha efectuado en Vitoria. Sin embargo, en esta ocasión cabe señalar que sus responsables corresponden a un segundo grupo de pichis, el de Bilbao, y no al que habita en Abetxuko.

En cualquier caso, se trata de un lugar no elegido al azar. No en vano, muchas viviendas de este tramo (continuación de Pintorería que da al centro cívico Aldabe) no tienen dueño a causa del estado ruinoso de sus edificios. Y las pocas con ocupantes llevan el apellido de los bartolos, al vivir allí parte de ese grupo gitano, al que les unen lazos familiares desde que una hija de la matriarca María se casó con uno de los pichis. De esta manera, el Casco Viejo tiene todas las papeletas para que el otro grupo de pichis, el de Abetxuko, se asiente, ante una mudanza que pueda ser de urgencia, en caso de que se efectúe un desalojo que ahora puede ser inminente.

Sin embargo, el clan gitano de Abetxuko lo negó ayer descartando hacer otra ocupación. Su nueva línea de actuación pasa, ahora, después de haber pedido que les dieran un piso, pasa por pagar un alojamiento social. Pero, para eso, como anunciaron ayer desde la casa de Abetxuko de la que se adueñaron en agosto, necesitan un empadronamiento. “No quiero una vivienda ocupada”, aseguró el patriarca del clan Manzanares-Cortés, quien ahora quiere una vivienda social de renta, que se costeará -manifiesta- con los ingresos que obtiene de la incapacidad del hijo y de la RGI de la madre. Los pichis advierten de que han venido para quedarse. Y, como muestra, la reciente escolarización de una pequeña en Abetxuko. Denuncian que Urtaran actúa “muy pusilánime”.

Críticas también lanzó ayer el PP al alcalde. En su opinión, Urtaran tiene que reaccionar ya porque tiene competencias para frenarl estas ocupaciones. Por ejemplo, declarar la vivienda inhabitable o en condiciones insalubres son dos de esas herramientas. Propuestas que, según el gobierno municipal, harían un “flaco favor” a la actual propietaria de la casa.