gasteiz - Por una convivencia tranquila. Gora Abetxuko herria. Abetxuko lucha/Bizirik. Con lemas como éstos y bajo el grito de “Abetxuko unido, jamás será vencido”, los vecinos del barrio volvieron a pedir ayer la salida del clan de los pichis de su pueblo, pero en esta ocasión, marcharon hasta el centro de la ciudad en una nutrida manifestación con el fin de dar mayor visibilidad a su protesta e implicar a toda Vitoria. La marcha salió a las 19.00 horas del barrio para desembocar, aproximadamente una hora después, en el centro de Gasteiz.

Y es que, después de los paseos de protesta y de las caceroladas por Abetxuko, los residentes han decidido trasladar, literalmente, al resto de Gasteiz la situación de tensión y malestar que viven desde la ocupación ilegal de una vivienda por parte de miembros del clan gitano de los pichis, llegados desde Bilbao. El enrarecido clima de convivencia generado desde la entrada de estas personas al número 54 de la calle El Cristo y el subsiguiente intento de robo en un comercio de la zona, somete a mucha presión a los miembros de la comunidad, que sólo desean “una solución tranquila y pacífica” a los problemas de coexistencia. La marcha, en la que se volvió a reclamar la salida de los ocupantes de la casa asaltada avanzó hacia el centro de la capital alavesa realizando paradas cada 15 minutos en distintos barrios con el objetivo de sumar integrantes a su protesta.

No es la primera vez que las pancartas se pasean por la calle, ya que los vecinos protagonizaron otra manifestación la semana pasada para reafirmar su postura sobre la irrupción en el barrio de varios integrantes del clan de los pichis. A la primera movilización por el pueblo le han precedido cadenas humanas, paseos de protesta y caceroladas.

Además de estas muestras públicas de protesta, el barrio se mantiene vigilante para impedir que se produzcan nuevas ocupaciones de viviendas. Según el presidente de la asociación Uribe Nogales, Óscar González, ya han frustrado dos intentos de entrar en casas vacías de Abetxuko. “Estamos en alerta roja, pendientes de todo lo que se mueve para actuar. Si vemos algo extraño avisamos a la Ertzaintza y, mientras sea inmediato, los agentes pueden intervenir y desalojar. De hecho han sacado ya a gente de un par de casas gracias a la colaboración de los vecinos que dieron la voz de alarma”, manifestó a este periódico.

Desde que los miembros del clan se introdujeron en la casa “se dedican a otear y a vigilar desde los tejados, sacando fotografías para controlar qué casas del entorno tienen actividad y cuáles están vacías”, asegura. Su intención, según concreta el presidente, consiste en “traer nuevos contingentes desde Bilbao para ocupar más viviendas”. Igualmente, los titulares de casas vacías en el barrio han comenzado a tapiar los accesos a los inmuebles.