Las dobles filas no son un problema nuevo en Gasteiz. Hace ya años, el Ayuntamiento incluso pintó de rojo algunas vías como la Avenida alertando de que multaría a los coches allí aparcados. Pero con la irrupción de las bicis en la ciudad ya no sólo entorpecen el tráfico, o la circulación a la entrada de los colegios, sino que, a menudo, ocupan los carriles-bici, obligando a los bicicleteros a echarse a la calzada o a la acera con lo que, a su vez, invaden la acera de los peatones. Ocurre en Beato Tomás de Zumárraga, junto a la policlínica; en la calle Gorbea, en la avenida Santiago, en Judimendi, en Jesús Guridi y el entorno de la Plaza de Abastos; en Postas...; en unos casos ocupando los carriles-bici que hay en el mismo sentido, y en otros, los de sentido contrario. Incluso sucede con los que discurren por la calzada.
Una vez constatada la situación, y a las puertas de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible, el colectivo de ciclistas urbanos Bizikleteroak aprovecha para realizar un nuevo llamamiento al Ayuntamiento, en concreto, al nuevo concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Carlos Zapatero, para que los agentes vigilen con más diligencia estos comportamientos no demasiado cívicos, ya que considera la asociación que aparcar en doble fila ya se ha convertido en un hábito y hasta goza de impunidad.
La misma impresión tiene el portavoz de Irabazi, Óscar Fernández. De hecho, hoy mismo denunciará ante el responsable de la Policía Local la permanente ocupación de carriles-bici por parte de los vehículos en Vitoria. Queja que ya trasladó la formación de izquierdas al gobierno en marzo. Sin embargo, la gota que ha colmado el vaso ha sido observar todos los días, en agosto, cómo los coches ocupaban el bicicarril de la avenida San Prudencio, en un lateral del Estadio, pese a la señal de prohibido aparcar, sin que ningún policía de los que pasaba por allí dijera nada. “Existe una impunidad absoluta con las dobles filas, y ya no sólo a la entrada y salida de los colegios, que también, a pesar de que el gabinete de Gorka Urtaran anunció que iba a adoptar medidas (cabe recordar que durante el gobierno de Maroto, los agentes decían que tenían orden de no multar a los padres que aparcaban en doble fila a la entrada de los centros escolares)”, lamenta Fernández.
Recuerda el portavoz de Bizikleteroak, Rubén Rodríguez, la campaña de seguimiento a los ciclistas que el Ayuntamiento realizó con la implantación de las zonas 30 y la aprobación de la ordenanza de la bicicleta, con advertencia de sanción incluida. “Y me parece muy bien porque no estoy diciendo que los ciclistas seamos unos santos, pero igual que se demanda a quien va en bici que circule por los carriles-bici sin invadir el espacio de los peatones, en la misma medida habrá que advertir a los conductores”, apela. “Tiene que haber control, pero de unos y de otros”, sostiene. “Porque a diario vemos casos injustificables, como a la entrada de un colegio de la calle Gorbea, con una larga hilera de turismos ocupando el carril-bici, el policía municipal delante, y no pasa nada”, censura.
En este sentido, echa en falta la presencia de más patrullas de agentes en bicicleta. Es cierto que salen a la calle unos meses, pero para Bizikleteroak es insuficiente, debería ampliarse la temporada: “Ya sabemos que la climatología en Vitoria es adversa”, reconoce. No obstante, “este año han salido; el problema es que no se les ha visto”, añade. Además, en su opinión, no es lo mismo un policía que controla desde el vehículo-patrulla que desde la propia calle, que es desde dónde se ve bien lo que sucede en la acera”, sostiene. Otra solución que Bizikleteroak plantea es habilitar aparcamientos exprés en calles sin espacio. Estacionamientos que sirvan justo para descargar la compra o la carga que se lleva encima y en unos minutos retirar el coche y buscar un estacionamiento.
Consciente también de las acciones incívicas de ciudadanos que se desplazan en bici, desde Bizikleteroak se preguntan, no obstante, por qué en los informes y radiografías que el Ayuntamiento elabora periódicamente sobre el comportamientos de los ciclistas en Vitoria, a menudo se extrae la conclusión de que es habitual que los bicicleteros pedaleen por la acera en lugar de por el carril-bici o la calzada. “¿Se han preguntado alguna vez por qué circula un ciclista por la acera? Pues, en ocasiones, porque tiene una fila de diez coches ocupando el bidegorri”, responde Rodríguez.