vitoria - Salieron de su apartamento tutelado y se dirigieron, poco a poco, hacia la calle Portal de Zurbano. Avanzaban lentamente porque él, de 91 años, empujaba la silla de ruedas en la que iba su mujer, de 87. Llegados al final del paseo peatonal y, ante la ausencia de acera, no les quedó otro remedio que invadir la calzada. Trataron de colocarse en un lugar visible, pero un turismo les golpeó lateralmente y les envió dos días al hospital. El atestado elaborado por la Policía Local de Vitoria constata que, efectivamente, los ancianos que salen de esta residencia de la tercera edad y desean acceder a la calle no tienen otra alternativa más que ponerse en riesgo y atravesar por la mitad de una rotonda si quieren llegar a la acera y dar un paseo.

El accidente se registró el pasado día 30 de julio a las 13.10 horas. Las condiciones climatológicas eran inmejorables y la visibilidad plena. El matrimonio de ancianos protagonista de este lamentable suceso salió de su vivienda, ubicada en el complejo de apartamentos tutelados para personas de la tercera edad en Jardines de Aristi, y se dirigió hacia la calle Portal de Zurbano. Desde el lugar en el que residen, parte un paseo peatonal asfaltado que termina en una rotonda interior, a la cual únicamente se accede desde Portal de Zurbano y que sirve de entrada a los garajes y de zona de aparcamiento para los usuarios de la residencia y de los apartahoteles que se encuentran en este mismo punto.

Cuando llegó a la rotonda, el matrimonio salió a la calzada. No por temeridad ni inconsciencia, sino porque en ese lugar ya no hay más acera ni punto de paso para peatones. “Los peatones que salen de los apartamentos tutelados, cuando terminan el paseo peatonal asfaltado y llegan a la rotonda, no tienen más alternativa que caminar por la calzada para tomar la salida de calle Portal de Zurbano”, confirma el atestado elaborado tras el accidente por la Policía Local.

Avanzaron por el interior de la rotonda, “muy pegados al borde de la zona ajardinada -que se ubica en el centro- y en sentido contrario al de la circulación”. Una agente de la Policía Local que se encontraba fuera de servicio en esa misma rotonda montando una silla de niño en su vehículo estacionado fue testigo de toda la escena y se la relató con detalle al equipo de atestados. Explicó que un turismo que accedió a la rotonda “ligero, pero tampoco muy rápido”, llegó a la altura en la que se encontraba la pareja de ancianos e “impactó con su lateral izquierdo contra los peatones, sin que su conductor hubiera frenado ni realizado maniobra evasiva alguna”. “A consecuencia del impacto, los peatones y la silla de ruedas salieron por los aires”, ilustró.

El conductor, por su parte, explicó a los agentes que circunvaló la rotonda por la izquierda con la intención de acceder a su garaje, situado en la zona de los apartamentos tutelados. “Poco antes de llegar a la entrada del primer garaje, correspondiente al apartahotel, de forma repentina sintió un impacto en el lateral izquierdo de su vehículo, viendo a continuación a unos peatones caídos a su lado izquierdo”, detalla el informe policial. Inmediatamente detuvo su vehículo, se apeó para atender al matrimonio y permaneció en el lugar hasta la llegada de la ambulancia y de la Policía Municipal.

Las víctimas fueron trasladadas al Hospital de Santiago, donde permanecieron dos días ingresados. Como resultado del impacto, el hombre sufrió una gran herida en la pierna, golpes diversos, y otra herida con fuerte contusión en la cabeza. La mujer sufrió una fractura de codo y contusiones varias.

Dentro de las conclusiones contenidas en el atestado de la Policía Local se destaca que el accidente tuvo lugar en un enclave en el que no cabe más alternativa para los peatones que quieren salir a la calle que invadir la calzada, que en ese punto tiene una anchura de 10 metros, aproximadamente, y un área de estacionamiento para vehículos en batería. Subrayan los agentes que la zona central es de forma irregular y que cuenta con follaje de cierta altura, “lo cual dificulta parcialmente la visibilidad”. Así, la ausencia de acera, unida a la precaria visibilidad por el ramaje y la obligatoriedad para los peatones de caminar por la calzada, dieron lugar al accidente. - DNA