dos colectivos se juntaron ayer delante de la Escuela de Música de Agurain para trasladar a los grupos junteros y al gobierno foral su malestar frente a dos problemas medioambientales concretos. Por un lado, un grupo de afectados por la no demolición de la fábrica de curtidos y, por otro, la Plataforma de Defensa del Zadorra, que pidió soluciones a la contaminación que hay en la zona a causa del mal funcionamiento de la depuradora y por los puntos negros como el de la fábrica mencionada.
El primer grupo recordó que uno de los afluentes del Zadorra atraviesa las instalaciones de curtidos, y ya en el año 2008 la Agencia Vasca del Agua (URA) advirtió de una posible infiltración de agua contaminada a cauce procedente de depósito de sulfuros en desuso perteneciente a las mismas.
Estas personas comenzaron en 1998 a habitar en las viviendas contiguas a la fábrica Curtidos Salvatierra. En documentos urbanísticos tramitados por el Ayuntamiento en los años 1995-97 se planteaba un periodo de seis años tras el que se trasladaría la empresa. Han pasado 18 años desde que están en estas viviendas y más de 13 años desde el incumplimiento de dicho compromiso. La actividad industrial de dicha empresa cesó en el año 2009. En 2013 impulsaron una recogida de firmas para lograr compromisos de los propietarios y del Ayuntamiento para solucionar el problema y en pocos días, se recogieron firmas de unas 1300 personas.
Estas instalaciones están declaradas en ruinas por decisión municipal desde marzo de 2015, y en estos momentos es el Ayuntamiento el responsable directo de proceder a la demolición de los edificios y descontaminación de los residuos peligrosos ubicados en ellos. Por esas razones, consideran urgente la demolición y gestión de los residuos situados en las ruinas industriales de la antigua fábrica de Curtidos y exigen la intervención tanto de Gobierno Vasco como de Diputación para que en cumplimiento de sus competencias contribuyan a la solución de este problema.