gasteiz - El ingente volumen de actividad que sigue marcando el día a día del Banco de Alimentos de Álava demuestra que las necesidades más básicas aún están lejos de cubrirse entre los vecinos de la provincia. Según destaca la memoria de la entidad correspondiente a 2015, a la que ha tenido acceso este periódico, a día de hoy hay alrededor de 8.500 beneficiarios del Banco en el territorio, a los que durante el pasado ejercicio se repartió 2.450 toneladas de comida. Se trata de un nuevo récord histórico para la organización, que en 2014 repartió sólo 1.750 toneladas, casi un 30% menos.
Otro registro que llama mucho la atención es que esos beneficiarios también han pasado de un año para otro de los 14.000 a los ya citados 8.500. “La valoración profesional realizada por las trabajadoras sociales ha permitido determinar con exactitud los beneficiarios que realmente están necesitados”, puntualiza el Banco en su memoria. Dado que ha habido más alimentos para repartir entre menos beneficiarios, los kilogramos recibidos por persona han pasado de los 125 de 2014 a los 288 de 2015, otro registro histórico. En 2011, cuando la crisis económica mostraba ya su peor cara, apenas correspondieron 59 kilos por beneficiario, que ascendieron a 60 el año siguiente y a 69 en 2012.
Según destaca la memoria, casi la tercera parte de los alimentos recibidos y después distribuidos por el Banco, un 30% del total, fueron lácteos y yogures, seguidos por las frutas y las verduras (16%), los refrescos (16%), los artículos de desayuno y bollería (10%) y las legumbres, el arroz y la pasta (10%). 91 entidades benéficas se encargaron de repartir los productos entre las familias necesitadas. - C.M.O.