El pasado 26 de noviembre la planta laudioarra de la firma norteamericana Guardian Industries, líder mundial en la fabricación de vidrio para edificios y automóviles, recibió en el Gran Hotel Lakua de Vitoria de la mano de la Cámara de Comercio e Industria de Álava el premio a la internacionalización. Los motivos de la concesión respondían a “su aportación al desarrollo económico del territorio histórico y de la Cuadrilla de Ayala gracias a su compromiso con la innovación, que le lleva a desarrollar continuamente nuevos productos que mejoran la competitividad global de su oferta”.

El reconocimiento, en el año en el que la empresa ha cumplido el 80 aniversario de su asentamiento en Álava, ha supuesto un revulsivo tanto para directivos y gerencia como para su plantilla. Un total de 500 trabajadores que, “tras años muy duros y que lo siguen siendo, hemos visto premiados nuestros esfuerzos por transformar el modelo de negocio y darle viabilidad, buscando nuevas oportunidades de productos y mercados”, según subraya su actual gerente, Javier García. Pese a todo, éste es muy consciente de que “aunque hemos invertido la tendencia, no podemos bajar la guardia en lo que a mejora de gestión se refiere para seguir atrayendo inversiones que garanticen el futuro de la planta”.

De esta forma, en un marco económico como el de Euskadi, en el que la industria esta enfocada a productos de valor añadido, la exportación se ha convertido en una de las patas fuertes de Guardian Llodio. “2015 ha sido un año no sé si duro, pero sí complejo, por la velocidad de los cambios en el mercado y también dentro de la empresa”, explica García que, con todo, mira a 2016 “con optimismo y muchas ganas” porque los desarrollos de nuevos productos e inversiones les llevan por la senda del valor añadido, la recuperación económica y la consolidación de futuro.

Otro pilar clave que no pierden de vista es la innovación. “Cualquier organización que no intenta reinventarse, a medio plazo termina muriendo. Y no es algo exclusivo de firmas de tecnología puntera, como Apple, sino también del sector del vidrio. Hablo de propuestas de servicio, modificación de producto, o modelos de organización interna, porque innovar no va sólo de la mano de la tecnología, sino más bien de los procesos y de las personas. Un aspecto en el que ninguna empresa debería dejar de trabajar, porque en ello se asientan las bases de futuro”, aconseja el gerente de Guardian Llodio.

Esta empresa ha cambiado mucho desde que fuera fundada por la familia Delclaux y se conociera con el nombre de Villosa. Una empresa dedicada a la fabricación de vidrio para ventanas y hermana de su cercana Vidrala, centrada en la elaboración de botellas. “Esta familia creó las dos empresas, pero en 1984 vendieron la antigua Villosa a Guardian Industries y se quedaron con Vidrala”, explica Eva Muñoz, responsable de Marketing de la firma Guardian en España. Ella, como el resto del equipo directivo, está muy ilusionada también con el premio a la internacionalización recibido porque “viene a reconocer la labor de exportación que, históricamente, ha realizado esta empresa, así como su innovación en vidrio plano y, más recientemente, en la rama del automóvil, ya que antes estaba orientada más a lo local”, señala.

Muñoz hace referencia a unos tiempos en los que la empresa de Llodio fabricaba vidrio por estirado vertical, antes de que en 1986 entrara en funcionamiento su primer horno de tecnología float, traída de la central estadounidense y que, con el tiempo y sucesivas inversiones, les ha permitido sacar al mercado su puntero vidrio plano, de mucha mayor calidad lumínica y estética, “aunque igual hay que recuperar el método antiguo para elaborar ventanas con burbuja, dada la moda de lo vintage”, bromean.

De las excelencias del vidrio arquitectural de Guardian Llodio, en cuanto a eficacia energética, estética, transmisión luminosa, seguridad, o durabilidad, dan fe edificios emblemáticos tales como la Torre 3 del World Trade Center y el Presbiterian Hospital en New York, e incluso una tienda Apple en Japón; y pronto se sumará al listado el rascacielos One Blackfriars que se esta construyendo en Londres.

No es su único producto puntero, ya que la planta ayalesa es, hoy por hoy, el fabricante más grande de Europa dedicado en exclusiva al mercado de recambio de parabrisas. “Disponemos de tecnología para fabricar los parabrisas más complejos del mercado, incluidos los acabados, y trabajamos modelos de todas las marcas de automóviles. De ahí que la exportación en este sector sea uno de nuestros pilares, sino el más importante”, subraya Muñoz.

Pese a sus logros, su apuesta por innovar no cesa. “De cara al año próximo seguiremos transformando el modelo operativo, pero cada vez más orientado al cliente, y lanzaremos nuevos productos tales como el vidrio verde en el sector del automóvil, vidrios XXL para fachadas y halls de altura en arquitectura, así como nuevas soluciones para interiores”, adelanta García.

Por lo que respecta a la central, Guardian Industries fue fundada en Detroit en 1932 y centra sus actividades en la fabricación y transformación de vidrio para la construcción, automóvil y mobiliario, en la inyección de plásticos para automóvil y en la fibra de vidrio para la construcción. Presente en los cuatro mayores continentes, esta firma se ha convertido en el tercer productor mundial de vidrio plano en el mundo. Su sede central está en Auburn Hills (Michigan) y en la actualidad cuenta con 20.000 empleados en más de 20 países. Aparte, es el principal fabricante de espejos en el mundo. Su vidrio está presente en construcciones como la torre Burj Khalifa en Dubai (un rascacielos de 163 plantas y 828 metros de altura que, de momento, ostenta el título de la estructura más alta), el museo Guggenheim y la central de Osakidetza en Bilbao, la estación central de Berlín o la Torre Espacio en Madrid, entre otras.

En España, Guardian cuenta con dos fábricas de producción y transformación (la de Llodio y la de Tudela), además de una fábrica de inyección de plásticos para el automóvil. Alcanza con todo ello una facturación anual de más de 225 millones de euros y da trabajo directo a más de 2.000 personas. Su estructura comercial se complementa, además, con una red extendida por España, Portugal y Francia.