gasteiz - El protocolo del Hospital Universitario de Álava (HUA) determina que cuando un paciente no urgente llega en ambulancia a alguna de sus dos sedes, Txagorritxu o Santiago, para ser ingresado en planta debe ser trasladado hasta su habitación por el propio técnico (TES) que le ha llevado en el vehículo al centro sanitario. Técnico que, por obligación, nunca puede separarse de ese paciente por si se produce una emergencia inesperada y que en el caso de entrar por la puerta de Urgencias de cualquiera de los dos centros tampoco puede ser ayudado por regla general por los celadores, liberados para eventualidades más graves. Este escenario normativo provocó hace sólo unos días, en concreto el pasado viernes, una situación rocambolesca que afectó a dos pacientes derivados a Santiago para ser ingresados en sendas habitaciones.

Dado que ambos llegaron al centro en la misma ambulancia, ocupada por un solo técnico, no pudieron ocupar sus camas ya asignadas previamente hasta que no llegó un segundo TES... Conduciendo otra ambulancia desde Laguardia. El relato de los hechos arrancó en la otra sede del HUA, Txagorritxu, donde uno de los pacientes que protagonizan esta historia sufrió una fuerte reacción alérgica tras ser sometido a un TAC. Borja, que así se llama, fue trasladado entonces a Santiago, donde se encuentra el servicio de Alergología de referencia del HUA, para ser ingresado en planta y estabilizado. Su primera sorpresa llegó al observar que la ambulancia que le trasladaría al centro de la calle Olaguíbel, destinada al transporte no urgente -programado-, también estaba ocupada por otra paciente, una mujer mayor cuyo destino sería otra cama en Santiago.

No se trata, aunque lo parezca, de una situación excepcional, según confirman a este periódico fuentes del transporte sanitario. Lo excepcional llegó después, cuando al filo de las 20.50 horas los dos pacientes entraron por el servicio de Urgencias de Santiago y no pudieron ser ingresados al momento pese a tener sus camas ya preparadas. El técnico que los trasladó hasta allí, que no podía dejar solo a ninguno de los dos, tuvo que telefonear a un compañero que en ese momento se encontraba en Laguardia para que regresase a Vitoria y, una vez en Santiago, cada uno de los dos pudiese trasladar a su respectiva cama a cada paciente. En ese momento, no había más compañeros libres y de guardia en las inmediaciones. La espera se extendió durante 40 minutos, hasta las 21.30 horas.

Fuentes de la dirección del HUA apuntan que la decisión de enviar a ambos pacientes en las misma ambulancia se decidió desde el propio hospital “para aprovechar el viaje”, dada la escasez de vehículos no urgentes a esas horas, y que a pesar de las molestias causadas el protocolo del centro se cumplió escrupulosamente. “Los celadores no tienen que subir nunca a su habitación a este tipo de pacientes”, certifican desde el centro gasteiztarra, una norma general que sí puede saltarse “si alguno está libre y puede echar una mano”. Borja, que una vez estabilizado abandonó el hospital sobre las 16.30 horas del sábado, lamenta la situación que tuvo que vivir no tanto por él sino por la paciente que le acompañó, en un estado más delicado y que tuvo que esperar esos 40 largos minutos tumbada en su camilla en el hall de Urgencias.

“Creo que el protocolo no entra dentro de la lógica y que se puede mejorar. Dejar así a una persona mayor no me parece humano”, critica este paciente, que en casos como el que vivió en primera persona cree que “alguien debería dar orden” para movilizar con mayor rapidez a otro profesional. Una opinión compartida por un técnico de ambulancias con dos décadas de experiencia en el sector. “Me parece un poco heavy. Los técnicos de ambulancias no estamos para empujar camillas por mucho que lo marque un protocolo. Es un poco absurdo. Si me dices de otro centro... Pero en Santiago hay profesionales de sobra para hacer esos ingresos”, advierte.

El protocolo del HUA. Cuando un paciente no urgente llega en ambulancia a Txagorritxu o Santiago para ser ingresado en planta debe ser trasladado hasta su habitación por el propio TES (Técnico en Emergencias Sanitarias) que le ha llevado en el vehículo al centro.

El caso. Borja y otra paciente que no revestía gravedad, derivados este pasado viernes de Txagorritxu a Santiago, tuvieron que esperar 40 minutos hasta ser trasladados a una cama que ya tenían asignada previamente. El problema, que sólo un técnico les llevó hasta Santiago en ambulancia y tuvieron que esperar a otro procedente de Laguardia.

La dirección del centro defiende el cumplimiento del protocolo.

Uno de los pacientes afectados lamenta la espera sufrida en el ‘hall’ de Urgencias de Santiago.