el sol y una temperatura agradable hicieron que ayer fueran cientos las personas que se acercaron hasta la plaza del Ayuntamiento de Elciego para vivir el comienzo de las Fiestas de la Virgen de la Plaza, que se prolongan hasta el día 11. Con muchas ganas de jarana, numerosos jóvenes se fueron concentrando en la plaza, mientras que en la pequeña ermita que acoge la imagen de la patrona se procedía a la ofrenda floral que, como otros años, estuvo acompañada de productos de comida para hacerlos llegar al Banco de Alimentos de Álava para destinarlos a las familias menos favorecidas del territorio.
Aparte, en el salón del Consistorio se procedía a la imposición de pañuelos a los nacidos en el último año, que son alrededor de una decena de bebés. Una buena noticia para el futuro de Elciego, que se aleja de los problemas de despoblamiento que acucian a numerosas pequeñas localidades del Estado, donde la falta de servicios y de oportunidades abocan al abandono del medio rural. Por ello, padres y abuelos se afanaron para llevar bien guapos a los vecinos más jóvenes y, por supuesto, para dejarlos fotografiar como su primer bautizo festivo.
Por su parte, el centro de la plaza fue tomada por un buen número de jóvenes armados de botellas de champán y de líquidos indefinibles. Así que, sin apenas llegar a la una de la tarde, hora prevista para el txupinazo, el alcalde prendió fuego a la mecha y mientras el cohete surcaba los aires para reventar con un estruendo, en la plaza, la banda, ponía música el descenso de Barrihuelo, la mascota de fiestas que permanece durante la celebración sentado en una silla del salón de plenos.
El muñeco cruzó la plaza, desde la espadaña de la ermita hasta el balcón del Ayuntamiento mientras surcaban el aire chorros de vino espumoso, agua y líquidos diversos calando completamente al grueso de gente que se había concentrado en el centro de la plaza. Una vez en el interior, Barrihuelo salió a la terraza transmutado ya en un personaje de carne y hueso. Fue recibido con gran algarabía por la gente concentrada en la plaza, donde apenas cabía nadie más.
Terminado ese acto y mientras los niños recogían los caramelos que se lanzaban desde los balcones de la Casa Consistorial, la txaranga comenzaba el recorrido por las calles, muchas de las cuales fueron cerradas al tráfico para que la gente pudiera disfrutar de unas fiestas sin peligro. Además en los bajos del Ayuntamiento se ofrecieron sorbetes de zurracapote a todos los que lo quisieron. Poco después apareció la hilarante Orquesta Itinerante de Andalan, poniendo una nota musical más.
Para la tarde se dejaron las actividades infantiles en la plaza, mientras que la asociación Andalan, que cumple este año la mayoría de edad, celebraba un trikipoteo previo a la degustación que preparó El Trujal. Los bailables con la orquesta Passarella ocuparon el resto de la jornada con un descanso para que un toro de fuego animara la madrugada.
Día grande Hoy martes es el día grande de las fiestas en honor a la Virgen de la Plaza. Por ello, desde primeras horas de la mañana habrá dianas y pasacalles animados por la Banda de Música y Gaiteros de Elciego, junto al Grupo de Danzas. A las doce y cuarto se procederá al traslado procesional de la Virgen de la Plaza, acompañada de las autoridades y la música hasta la parroquia donde habrá una misa cantada por la Coral San Andrés. Tras el acto religioso se devolverá la Virgen a su ermita ante cuya entrada homenajearán a la patrona el Grupo de Danzas y Los Gaiteros de Elciego.
El alcalde, Luis Aldazábal, pletórico, comentaba que “hemos empezado las fiestas en lunes pero no nos importa. La gente, en su trabajo, ha guardado algún día de vacaciones para disfrutar por lo menos los primeros días. También nos está pillando la vendimia, que no nos impide estar de fiesta, aunque nos obliga a mirar de reojo a los viñedos. Por todo ello, lo que nos queda es desear a todos unas felices fiestas, que dejemos de lado los problemas cotidianos, las rencillas, las tonterías y que disfrutemos de estas fiestas, honrando a nuestra patrona, la Virgen de la Plaza y a Barrihuelo”.