ayala - El nuevo primer edil es el segundo de su saga en acceder a la Alcaldía. Su difunto padre lo hizo antes que él durante muchos años. Así que, al menos en lo de gestionar Ayala, al nuevo responsable municipal de casta le viene al galgo. Gobernará el municipio junto con sus cuatro compañeros de formación. Enfrente tendrá a otros cuatro ediles de EH Bildu, y a dos de Aiara Batuz.
El PNV asume la presidencia de todas las áreas.
-Hemos decidido asumir de partida la presidencia de todos los departamentos. En cuanto a los cambios hemos pretendido, por un lado, unificar comisiones como Urbanismo y Obras y Servicios, o Euskera y Educación más Cultura, Deportes y Juventud para agilizar expedientes. Por otro lado, la que tendrá muchísima importancia, dada la configuración de este municipio, es la de Relación con Juntas Administrativas, ya que no hay que olvidar que Ayala está integrada por 24 localidades.
En la anterior legislatura ya se habló de la necesidad de aumentar la partida de subvenciones para obras en los pueblos. ¿Seguirá adelante?
-Por supuesto. Queremos recuperar esa relación con las juntas administrativas, que hemos visto que se había perdido. Será en ella donde se trabaje todo lo concerniente a esa nueva ordenanza de servicios y subvenciones para ayudar a la ejecución de las obras que desarrolla cada pueblo.
Este año cuentan con un presupuesto de 2,5 millones de euros. ¿Cómo califica el estado de las arcas?
-Su salud es buena porque se ha hecho una gestión responsable, pero no podemos negar las necesidades de inversión. Este mes, por ejemplo, hay que entregar el listado de obras que optan a ser subvencionadas por el nuevo Plan Foral de Obras y Servicios, y lo primero es comprobar si tenemos dinero para complementar esa posible ayuda, ya que el Plan sólo suele cubrir el 80% del coste.
¿Cómo avanza la rehabilitación del que será nuevo centro de salud?
-Más despacio de lo que quisiéramos. De hecho, estamos analizando la situación para ver cómo aumentar el ritmo de los trabajos.
Antes hacía referencia a necesidades de inversión de cara al nuevo Plan Foral de Obras y Servicios. Aunque esté sin atar, ¿cuáles serían?
-El tema del cierre de las pistas deportivas cubiertas de Respaldiza y Luiaondo para facilitar su uso en invierno. También queremos mejoras en la ikastola Etxaurren? Pero nos ha pillado un poco a contrapié, ya que acabamos de llegar a la Alcaldía, y este mismo julio hay que presentar la valoración técnica de cada proyecto que aspire a la subvención foral.
A más largo plazo, ¿cuáles son los principales retos?
-Bufff, un montón (risas). Acabar la tramitación de nuevo Plan General de Ordenación Urbana o articular herramientas que nos ayuden a trabajar con mayor eficiencia y agilidad. Hay que potenciar la relación con las juntas administrativas... Dar una vuelta a la tramitación de subvenciones culturales y otra a la gestión de la sierra haciendo partícipes a los ganaderos. Queremos seguir fomentando la normalización y uso del euskera e implantar nuevas actividades económicas, consolidar las existentes y lograr que Ayala se vea como una marca de referencia turística. Con todo, el reto en mayúsculas de estos próximos años pasará por los saneamientos para depurar las aguas fecales de todas las juntas administrativas, ya que la conducción primaria de la depuradora de Markijana sólo llegará hasta Murga. En algunos casos la solución pasará por construir una depuradora como la de Zerrabe y, en otras, por unirse a los colectores generales en una fase posterior a la de la construcción de la red de colectores y EDAR. En este último caso se encuentra Respaldiza, que tiene una fosa séptica que no llega ni para los habitantes actuales.