vitoria - Los principales peros de los distintos conatos de rehabilitación en los viejos barrios de la ciudad han sido la falta de consenso institucional y de participación ciudadana. Los vecinos se encontraban de pronto con una propuesta con un sello político determinado, definida unilateralmente y de la que, sin embargo, algo tenían que decir porque en muchos casos les suponía abrir la cartera. Lo mismo pasa ahora con el proyecto anunciado por el Gobierno Vasco para Coronación. Sus residentes han acogido con ilusión el plan, aunque algunos se preguntan por qué esas 1.100 viviendas y no más -u otras- y todos tienen dudas sobre la financiación. El coste asciende a 60 millones de euros, de los que el 70% correría a cargo del Ejecutivo autonómico, el Ayuntamiento de Vitoria y la Unión Europea, mientras que el 30% restante lo pondrían los beneficiarios, lo que supondría una cuota durante diez años de 85 euros al mes. La asociación Errota Zaharra, implicada en el tema, tiene claro que no debería pasar de 40 para no empobrecer a los afectados.
Desde el Consistorio han recogido la preocupación vecinal y la han trasladado ya al Gobierno Vasco. Además, el gabinete de Javier Maroto ha advertido de la necesidad de habilitar ayudas para quienes no pudieran sufragar la reforma, de manera que el proyecto no naufrague. A la espera de la contestación de las altas instancias, lo que sí han trascendido son los detalles básicos del proyecto de regeneración. El objetivo sería la mejora energética de más de 1.100 viviendas, en las que se intervendría para mejorar el aislamiento térmico. También se baraja la posibilidad de instalar un sistema de calefacción de biomasa. Y, de puertas para afuera, se llevaría a cabo la apertura de una avenida que conectase con el Casco Viejo. - J.S.