Gasteiz - Hacía tiempo que un gran montaje de obras no generaba tanta expectación entre los vitorianos. El jueves, sin embargo, decenas de transeúntes se quedaron atónitos al contemplar en pleno corazón de Vitoria el ir y venir de camiones y grúas de gran tonelaje por la calle La Paz hasta arribar en la nueva y moderna Plaza de Abastos. Durante cuatro maratonianas horas decenas de ojos siguieron atentos el minucioso trabajo desarrollado por los operarios para instalar la estructura de la escalera y el ascensor que comunicarán la parte baja del mercado con la azotea, y que previamente ha sido fabricada en los pabellones que la empresa Fermisa tiene en Jundiz. La colocación se prolongó al día de ayer hasta concluir la soldadura de la pieza y continuará el día 10 con las labores de encofrado en el tejado. En mes y medio, aproximadamente, los clientes de Abastos ya podrán subir y bajar por las acristaladas escaleras y el panorámico elevador.
En realidad, el operativo arrancó el miércoles en Jundiz desde donde dos camiones trasladaron hasta Ibisate esta estructura de hierro de nueve toneladas fabricada en una pieza utilizando la última tecnología en corte por láser por la empresa Fermisa, perteneciente al grupo Fervilor, según detalla Antonio Fernández, que ha colaborado en el diseño del arquitecto Javier Bárcena. Ya el jueves, cuatro motoristas de la Policía escoltaron el traslado desde Gamarra hasta Abastos para ir cerrando las calles al tráfico al paso de los enormes camiones que trasladaron la estructura, de once metros de altura, adentrándose por las calles La Paz y Jesús Guridi en dirección prohibida -no quedaba otra- hasta la plaza Santa Bárbara. Un montaje para el que se han necesitado dos grúas de 70 y 40 toneladas. Una vez que concluya la colocación, tanto la escalera como el ascensor facilitarán el acceso de los clientes de la plaza a la azotea a través de un pasillo cubierto que les llevará hasta los puestos en los que los productores locales venderán productos ecológicos protegidos de la lluvia y el frío por grandes cristaleras, correderas en algunos tramos, para tener conexión directa con el espacio abierto y facilitar la ventilación.
Éste es un paso más en la reforma de la Plaza de Abastos que empezó hace un año y que no concluirá hasta el otoño, ya que falta aún por construir la pasarela peatonal que unirá el Corte Inglés con el mercado y la apertura de la zona de gastrobares. Éstas han sido las primeras navidades de la nueva Plaza para los comerciantes de Abastos y les han dejado un buen sabor de boca. La mayoría está de acuerdo en que el iluminado y acristalado edificio es ahora un escaparate más cálido que llama a los clientes a entrar y recorrer los puestos, lo que redundará en mejores ventas, ya que la oferta también es más completa. Un supermercado BM en el sótano, 35 puestos y bares en la planta baja, zona comercial en la primera y en lo más alto, una azotea panorámica en la que se exhibirán productos ecológicos junto a un aula de cocina.