laguardia - Los responsables de las 263 bodegas de Rioja Alavesa inscritas entre las 587 que forman parte de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, según los datos del Consejo Regulador, esperan ansiosos el dictamen que aún se demorará hasta el mes de abril o mayo sobre la calidad del vino de este año, pero los técnicos ya apuntan que las expectativas son “francamente buenas” a tenor del primer pronunciamiento hecho ayer en la sede del Consejo.
El jefe de los Servicios Técnicos del Consejo, Domingo Rodrigo, junto con el presidente de la entidad, José Antonio Lecea, y su director general, José Luis Lapuente, fueron quienes realizaron ese avance tras haberse catado ya una muestra representativa de los primeros 10 millones de litros que han permitido afirmar que los vinos blancos “vienen excelentes”, los rosados “muy buenos” y los tintos “francamente buenos”.
En total, en esta cosecha se han obtenido 422 millones de kilos de uva amparados en la DOC, y 10 millones de kilos de uva no amparados. De los amparados, 387 millones de kilos fueron de uva tinta y 35 millones de kilos de uva blanca. De esas cifras, 90,61 millones de kilos han sido vendimiados en la comarca de Rioja Alavesa -82,20 millones de uva tinta y 8,41 millones de blanca-.
Respecto al desarrollo, los técnicos del Rioja aseguran que el viñedo presentaba una excelente situación vegetativa y sanitaria al final del enero, lo que permitió afrontar la vendimia con expectativas de una gran cosecha en cantidad y calidad, que puede mejorar los resultados de las dos cosechas anteriores.
El presidente del Consejo, Lecea, explicó que hace ya 30 años que el Consejo Regulador desarrolla el proceso de calificación de la cosecha, una fase “clave en el sistema de garantías que certifica la calidad y autenticidad de los vinos Rioja”, una garantía que se materializa en las cuatro contraetiquetas o precintas existentes para las categorías del vino. Para ello se realiza un examen analítico y organoléptico “que determina si el vino elaborado merece o no la DOC”. El control de calidad continúa durante el proceso de crianza hasta la comercialización, momento en el que el Consejo entrega a las bodegas las correspondientes contraetiquetas que garantizan el origen, añada y envejecimiento de los diferentes vinos de la Denominación.
En la campaña anterior los técnicos del Consejo tomaron 1.400 muestras en el almacén de producto terminado de las bodegas. Posteriormente, el control llegó a los vinos comercializados, mediante la toma de muestras en los puntos de venta de los principales mercados, 1.880 en el último año. Este año, sin embargo, se irá más lejos y se ha previsto recoger un total de 7.300 muestras, incluidas las del proceso de calificación. En este proceso es, precisamente, en el que está imbuido el Consejo desde el 1 de diciembre, y hasta el 28 de febrero, para contar con una calificación definitiva de la añada para el mes de abril o mayo.
Facilitar trabajo Para facilitar la tarea de los catadores, este año se ha puesto a su disposición una nueva aplicación informática. Se trata de un programa específico que los catadores utilizarán mediante una tableta. Con él los catadores podrán ver su trabajo en tiempo real, tanto las puntuaciones que otorguen como los reparos que pueden mostrar, y podrán también compararlo con el de otros catadores. Con ese material y con el boletín de análisis y el informe emitido por el Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador sobre el cumplimiento de la normativa por parte del viticultor y del bodeguero, tanto en el cultivo de la vid como en la elaboración del vino, el Consejo se podrá pronunciar en cuanto a la calificación de la cosecha 2014.
El protagonismo lo tienen a partir de ahora y durante un trimestre los 140 catadores con los que se cuenta el Consejo Regulador, que realizarán unas 2.500 catas en 500 comités. En cada comité se catan un máximo de 15 muestras, siguiendo dos pautas: el anonimato de las muestras y que los catadores nunca caten vinos de su empresa. Estos comités también se reforzarán a partir de este año, ya que de tres componentes se pasará a cinco. Concretamente en el caso de Rioja Alavesa se incorporarán nuevos especialistas, entre ellos varias mujeres, que en estos momentos pasan por la fase de selección.