Amurrio, ¡cómo has cambiado!
La asociación Aztarna abre hoy la muestra de fotos que relata la transformación del pueblo en ciudad
La población de Amurrio ya esta acostumbrada a las sorpresas de los miembros de su asociación etnográfica en fiestas con una exposición de imágenes antiguas procedentes de su ingente fondo. Sin embargo, este año, Aztarna -pregonera de las jaias- se ha superado con motivo de su 25 aniversario, y hoy inaugurará en La Casona la muestra Amurrio, ¡Cómo has cambiado!
El nombre lo dice todo. Se trata de enseñar, a través de 40 imágenes, cómo era el municipio en 1907-1908 y cómo es en la actualidad. En definitiva, “mostrar la conversión de un pueblo en ciudad”, explica a DNA el presidente de Aztarna, Ramón Zurimendi. La muestra permanecerá abierta hasta el 12 de agosto, ya que ese día arrancarán las fiestas y entonces se colocarán otras cincuenta imágenes antiguas del municipio. “Nos habría gustado mantener ambas colecciones en fiestas, pero no hay sitio; intentaremos dejar alguna”, matiza Zurimendi. El montaje de estas exposiciones no es el único trabajo que tiene entre manos Aztarna. De hecho, “nuestro compañero Salvador Velilla está metiendo muchas horas para celebrar en octubre un congreso de toponimia, bajo el auspicio de Eusko Ikaskuntza, que tendrá como colofón a las ponencias una declaración de principios, porque creemos que a la hora de poner nombres a los lugares no se está haciendo mucho caso a la historia ni a los archivos de los pueblos”, subraya Zurimendi. Junto a Luiso López, también está preparando para noviembre unas interesantes jornadas sobre memoria histórica en el valle. “Tenemos mucho material recogido en torno a la Guerra Civil en Amurrio y comarca, y estamos trabajando para poder mostrarlo”, remacha.
Otro de los deseos de Aztarna es trasladar al Refor el museo de cerámica popular vasca que, con el nombre de su mentor Félix Murga, se asienta en la calle Aldai. El espacio lleva años cerrado, pese a que alberga una importante colección, considerada la mejor de Euskadi por las diferentes tipologías, usos y, especialmente, por el conjunto de platos y cuencos decorados. “No hay dinero para atenderlo. La oficina de turismo ni lo oferta, aunque lo abre a visitas si se lo piden. Así que queremos trasladarlo a los espacios acondicionados en el Refor y reunir todo el fondo etnográfico”, explica Zurimendi. El presidente de Aztarna hace referencia a la especie de museo-almacén que ha abierto a visitas guiadas uno de sus miembros más veteranos, Jesús Guerra, de cara a mostrar un legado que se estima engloba más de 4.000 piezas recopiladas a lo largo de cuatro décadas. “La idea pasa por acondicionar la segunda planta, ahora vacía, para dedicar una parte a cerámica y otra a oficios. Presentamos la propuesta en febrero, y la alcaldesa nos fue muy franca diciéndonos que no había recursos. Es de agradecer que no haya querido darnos falsas expectativas. Con todo, lo volveremos a intentar en otoño, a ver si ha cambiado la situación”, adelanta Zurimendi.
Mientras tanto, Aztarna seguirá con su revista que “también lucha por subsistir, reduciendo de dos a uno el número de publicaciones anuales, dada la bajada de las ventas y de la entrada de publicidad en dos terceras partes, y el descenso de subvenciones”, subraya. Otro tanto le ha pasado al museo virtual, que también se paralizó por falta de fondos. “Ahí está colgado en nuestra web, con cerca de 400 piezas que ha ido subiendo con gran esfuerzo nuestro compañero y diseñador gráfico Aitor Aldama. Algún día lo retomaremos, porque recibía muchas visitas”, sentencia.