vUELVE a casa por Navidad, vete de casa por Nochevieja. El último día del año está perdiendo el barniz familiar. Si la Nochebuena se mantiene impertérrita como la gran fecha para las reuniones y los reencuentros de padres, hijos, tíos, abuelos, primos, sobrinos, cuñados y de más, de un tiempo a esta parte parece que los vitorianos empiezan a desligarse de la familia y la fiesta del 31 de diciembre en busca de un viaje de placer. Al menos, los que pueden permitírselo. "Digamos que Nochevieja es un día que se está desfamiliarizando. Ahora la gente se lo toma como un festivo más", sostiene Rubén Hernández, de Viajes Araba.

Pocos como él conocen al detalle los cambios de tendencia en esta materia, con parejas jóvenes, matrimonios, personas mayores o grupos de amigos que opinan que una noche en familia en suficiente para todas las Navidades. Lo poco agrada y lo mucho enfada, que dice el refrán. "Cada año viene más gente a preguntar por destinos y precios para pasar la Nochevieja lejos de Vitoria. Y si lo comparamos con diez años atrás no te digo nada, la diferencia es amplísima", explica por su parte Eneko Ibarnia, de Viajes Samarkanda, que ayer mismo cerraba sin ir más lejos un nuevo viaje para una pareja que decidió escapar de la cena en familia y despedir 2013 con un plan más romántico.

No es lo habitual, de cualquier forma, pues según aseguran desde las agencias los vitorianos son previsores en este caso y cierran sus escapadas de fin de año con cierta antelación. "Mucha gente lo que quiere es cerrar sus vacaciones, olvidarse y que cuando llegue el día de irse salgan de casa y en tres horas estén en chanclas y bermudas paseando por la playa. Por eso Canarias es el destino que más éxito tiene entre los vitorianos", argumentan desde Viajes Samarkanda, en una aseveración que refrendan otras agencias de la capital alavesa.

"Entre los que tienen claro desde septiembre u octubre que se van a marchar en estas fechas lo que más triunfa son las Islas Canarias, sin duda. Sin embargo, entre los que esperan a última hora lo que ha triunfado estos días es otro clásico: Benidorm", apunta Rosa Vega, de Viajes Arana, que durante los últimos años ha visto cómo los vientos de cambio soplaban también en lo que a las reuniones de fin de año se refiere. "Yo llevo 25 años vendiendo viajes y es increíble cómo ha cambiado esto en los últimos cinco años. La gente sigue siendo reticente a pasar la Nochebuena fuera de casa, pero con la Nochevieja ya pasa todo lo contrario", constata.

Entre los gasteiztarras más osados, esos que en lugar de la habitual cena con peligro por atragantamiento de uvas optan por salir de España cueste lo que cueste, triunfan sobre todo los desplazamientos por Europa. "Hay paquetes para pasar Nochevieja y Año Nuevo en destinos como Estambul, Lisboa, París o Marrakech, que salen desde Bilbao y tienen bastante aceptación. Ir a Marrakech por estas fechas, por ejemplo, es algo que hasta hace poco no era nada habitual pero que a la gente le está gustando", subraya Rubén Hernández, al tiempo que desde Viajes Samarkanda incluyen también destinos que triunfan estos días "sobre todo en parejas menores de 40 años sin hijos" como Viena, Praga o las ciudades alemanas de Salzburgo y Munich.

Con todo, el viaje más habitual entre los vitorianos -sobre todo los más veteranos- que huyen raudos y veloces de la Nochevieja en la capital alavesa es, como apuntaban desde Viajes Arana, Canarias y Benidorm. Y ahí el Imserso tiene mucha culpa. "Cuando en septiembre se ponen a la venta los paquetes de viajes del Imserso, los que primero se acaban son los de estas fechas, para pasar las Navidades lejos de casa", incide Rosa Vega. Así que, visto lo visto, parece que algunos abuelos piensan que nada mejor que adentrarse en el 2014 lejos del bullicio de hijos y nietos.

Por su parte, los gasteiztarras que se decantan por menos horas de viaje han decidido pasar la Nochevieja contratando los packs especiales de fin de año que agencias como Viajes Bidasoa han puesto a su disposición. "Muchos hoteles y balnearios sacan paquetes con cena, cotillón y noche en el hotel con spa, que suelen tener mucho éxito", resalta Vanessa Santano. Los establecimientos hoteleros de Asturias y Cantabria son aquí los que cortan el bacalao, con la facilidad y comodidad del desplazamiento como base de su éxito.

nieve y safaris Así las cosas, lo que las agencias de viaje gasteiztarras bien pueden atestiguar es que, pese al actual azote de la crisis, despedir el año lejos de la familia con un viaje más o menos modesto , en pareja o en grupo, es una de esas tendencias que han venido para quedarse, democratizando -si es que se puede denominar así- las escapadas de fin de año. Un terreno que antes se circunscribía únicamente a las personas de alto poder adquisitivo, que hasta hace poco eran las que más huían de casa por Navidad. Un nicho de mercado que pasa de las doce uvas en casa y se pirra por los destinos exóticos para vivir las últimas campanadas. Desde "irse a un safari por África", como más de un vitoriano ha contratado estos días en Viajes Samarkanda, hasta cruzarse medio globo terráqueo para saludar al 2014 "en Tailandia, Argentina o Chile", recuerdan por su parte en Viajes Arana.

Viajar a Viena, aunque no sea posible asistir al multitudinario -y caro- concierto de año nuevo, también es uno de los privilegios que algunos vitorianos van a vivir la próxima semana. Decir adiós al año entre nieve y ski es uno de los clásicos para los alaveses entre 30 y 40 años, con Andorra como destino favorito y packs que incluyen el acceso a las pistas, cena y cotillón todo en uno.

De todas formas, y como bien apunta Rubén Hernández, abandonar el calor del hogar familiar en este final de año no deja de ser, en cierta forma, un privilegio que no todo el mundo quiere, ni puede permitirse. "Viajar en estas fechas es caro para los pocos días de los que vas a disfrutar, porque por el precio que pagas ahora puedes marcharte más días en verano", concluye. Con todo, parece que muchos vitorianos están dispuestos a hacer un esfuerzo y huir de la capital alavesa este 31 de diciembre. La familia, como el cielo, puede esperar.