Vitoria. Bajo el paraguas de un plan en defensa del comercio local de Vitoria, Javier Maroto se ha puesto como objetivo frenar la apertura de nuevos locutorios en la ciudad ante las "percepciones y evidencias" de que algunos de estos establecimientos no cumplen la normativa municipal y, por tanto, son una competencia desleal para el resto de tiendas. Estas medidas de control, iniciadas ya en marzo de 2012, afectan también a los bazares chinos y kebabs. Una auténtica "caza de brujas" para EH Bildu.

El Ayuntamiento ya decidió hace unos años por unanimidad de los partidos evitar la masificación de locutorios en el Casco Viejo dada su rápida proliferación. Ahora, el alcalde quiere extender la prohibición al resto de barrios con una nueva ordenanza municipal que limite la apertura de este tipo de establecimientos. A día de hoy hay 47 locutorios en la ciudad, nueve de ellos han sido cerrados de forma cautelar y en 45 se han detectado deficiencias sanitarias en las inspecciones realizadas, según los datos facilitados ayer por el gobierno del PP. Maroto justifica su decisión en las denuncias de comerciantes, deficiencias detectadas durante la campaña de control que aún está en marcha y el bajo valor añadido que estos negocios tienen para el mapa comercial de la ciudad. "En muchos casos, los productos que se venden nada tienen que ver con la oferta del establecimiento, por no hablar del estado físico que presentan los locales".

A pesar de que no quiso entrar el alcalde a las razones concretas por las que se han clausurado los nueve locutorios, citó como ejemplos la práctica de sospechosas actividades en "cabinas con aislamiento acústico" para que no se oiga desde fuera lo que allí se hace, alimentos en mal estado e intervenciones policiales. Sin embargo, el plan iniciado por el gobierno popular no se queda ahí, ya que afecta también a bazares chinos y kebabs. En este último caso ya se han cerrado cinco e incoado expediente de clausura a otros tantos. Además, se han inspeccionado 28 bazares chinos detectándose en alguno de ellos "alimentos almacenados en los aseos", explica Maroto. "Si el Ayuntamiento tiene que ser contundente con un bar que tiene pintxos en mal estado en la barra, aquí debe actuar de igual forma", defiende. Precisamente el lunes, el PNV instó al gobierno municipal a que iniciase una campaña de control sobre estos negocios para asegurarse de que cumplen con la normativa municipal en materia de seguridad, accesibilidad y sanidad.

"Caza de brujas" La propuesta del alcalde cayó, en cambio, como un jarro de agua en las filas de EH Bildu. Para la edil Iratxe López de Aberasturi se trata sencillamente de una "caza de brujas" contra locutorios, bazares y kebabs y contra las comunidades árabe y china de Vitoria. La coalición considera que no son ellos el verdadero peligro para el comercio local sino "las grandes superficies, como Mercadona a la que Maroto va a conceder ahora permiso para instalarse en la ciudad", señala.