vitoria. Hay calles que se resisten a los cambios en la movilidad ciclista, con bicicarriles en sentido contrario al tráfico motorizado que no terminan de cuajar. Pero ésa es la tendencia que el Ayuntamiento gasteiztarra quiere aplicar progresivamente en buena parte de la ciudad. Por eso, tiene ya entre manos el proyecto para prolongar uno de los bidegorris más polémicos, el de Gorbea, hasta la entrada al barrio de El Pilar en dirección opuesta a los coches. La idea pasa por destinar a las bicicletas uno de los tres carriles de la calle Paraguay, el más próximo a la acera del centro cívico, en el tramo de la plaza de la Constitución, dejando los otros dos para los vehículos.

Los conductores que quieran continuar hacia Gorbea ya sólo contarán con un raíl, el central. Y deberán circular a un máximo de 30 kilómetros por hora. El calmado de la velocidad del tráfico resulta indispensable para garantizar la seguridad de los bicicleteros que discurrirán justo al lado. Eso sí, el otro carril, el que se desenrolla a orillas de la plaza de la Constitución y permite el giro hacia la Avenida de Gasteiz, seguirá tal cual está ahora para no comprometer la agilidad de la circulación.

Aunque aún no hay fechas, los técnicos municipales trabajan ya en el proyecto para que se haga realidad este año. Así se lo hicieron saber a Bizikleteroak durante el encuentro esta semana del Observatorio de la bicicleta, un instrumento creado en el año 2007 por esta asociación para facilitar y mejorar las condiciones de los ciclistas en la ciudad en colaboración con el Ayuntamiento. Y la iniciativa, a priori, gusta. El colectivo había recibido mails de socios que preguntaban precisamente por la necesidad de dar continuidad al bidegorri de la calle Gorbea, que ahora mismo llega hasta Basoa. Y eso que, de momento, son mayoría los ciclistas urbanos que se muestran recelosos con esta nueva modalidad de bicicarril contrapuesto al tráfico motorizado, por mucho que se aplique en las llamadas zonas 30. Hay coches que invaden la vía ciclista, aunque se pongan bolardos. En Jesús Guridi, de hecho, más de un camión ya se los ha llevado por delante, haciendo maniobras o por despiste.

Pero no queda otra que acostumbrarse, por ambas partes. Son ya 13 las calles con bidegorris pintados en sentido contrario a los coches, 47 las zonas 30 que obligarán al ciclista a saltar a la calzada con la nueva ordenanza... Y las que quedan. Según confirmó el Ayuntamiento a Bizikleteroak, conforme se vayan limando las deficiencias de esta primera fase y normalizándose la convivencia, esta fórmula seguirá extendiéndose al resto de la ciudad. Además, la intención "a medio o largo plazo" es que en todas las arterias donde haya calmado de tráfico, siempre dentro de las supermanzanas, desaparezcan los semáforos. "Sólo habrá pasos de cebra para dar prioridad al peatón, pero discos no. Ganan los coches, ganan las bicis... Ganamos todos", explican desde la asociación.

Mientras tanto, sí se está estudiando la problemática que suscitan los bidegorris en contrasentido ante los discos. Los cedas al paso que se han colocado "están generando conflictos". El de Badaia, sobre todo.