Vitoria. Como un "nefasto día" calificó ayer el exprimer edil de Vitoria y actual portavoz del grupo municipal socialista, Patxi Lazcoz, al entierro de su proyecto estrella, el BAI Center, que dio ayer el consejo de Ensanche 21. No en vano, cree que el veredicto final se ha tomado con "poca calma" al carecer de los "informes necesarios para saber cuánto va a costar su paralización". De hecho, Lazcoz argumentó que era la "primera vez" en el que en el consejo no estaban los técnicos que iban "siempre" al consejo de la sociedad municipal. "Su ausencia es cuando menos sospechosa porque ha habido muchas preguntas que se nos han quedado sin contestar".
Para Lazcoz, la "huida hacia delante del PP" para paralizar el auditorio, no sólo ha devuelto con "desprecio" el folio en blanco que su grupo puso el lunes para redefinir el auditorio, sino que supone un "futuro incierto". En concreto, dijo que este "golpe al consenso pone en riesgo la estabilidad institucional", ya que hacen peligrar dos inversiones básicas de la ciudad: la llegada del tren de alta velocidad, más su soterramiento, y la propia estación de autobuses en la plaza de Euskaltzaindia. La coalición Bildu sería la culpable, en palabras de Lazcoz, de que esos cimientos se tambalearían. En el primero de los casos, porque "está en contra del TAV" y, en el segundo, porque "quiere un proceso participativo con los vecinos del barrio".
"Credibilidad política" Por si fuera poco con este panorama que le espera a la capital alavesa, Lazcoz también denunció que también está en riesgo la "credibilidad política", dada la supuesta falta de transparencia que dice que ha habido para parar el BAI Center. "Maroto no ha hablado con el arquitecto Mariano Bayón, ni se ha dejado la piel, como prometió en la campaña electoral, para buscar financiación externa para el auditorio, porque me consta que no ha pedido cita en algunas instituciones".
La lista de cosas que Maroto "ha ocultado" también incluye que "la tumba de la plaza de Euskaltzaindia estará como mínimo un año al descubierto". Y se completa con el dinero que tendrían que desembolsar los consejeros de Ensanche 21 que han aprobado desestimar los contratos, "incluidos los de Bildu", si finalmente la indemnización supera los dos millones de euros.