Vitoria. Las huertas de Urarte por fin se acercan a una solución, que pasa por una negociación entre el equipo de gobierno y el grupo de personas que pedía un plazo extra para disfrutar de esta afición agrícola. Los usuarios de estos terrenos ecológicas de Abetxuko descontentos con los planes del anterior gabinete Lazcoz esperan que ahora el PP cumpla su palabra y les otorgue una prórroga de uso. Su objetivo es conseguir entre tres y cuatro años más, con lo que compensarían el tiempo que invirtieron al preparar por primera vez estos terrenos, en lugar de verse fuera de esta iniciativa medioambiental por haber superado el nuevo límite de cinco años por usuario. El objetivo ahora es retomar las negociaciones con los representantes del PP en septiembre.
La polémica en torno a los huertos de Abetxuko arrancó con la decisión del entonces gabinete Lazcoz de extender el uso de estos huertos a todo tipo de usuarios. Los huertos arrancaron en 1998, con Alfonso Alonso al frente de la Alcaldía, como una actividad de ocio para mayores, que podían acceder a los terrenos por un año prorrogable, pero sin límite de tiempo. El gabinete del PSE, mientras, destacó después el creciente interés de personas jóvenes por participar en este proyecto y explicó que había ya tantos solicitantes que se arrastraba una lista de espera de unas 400 personas. Para ello, la entonces concejala de Medio Ambiente, Alba Cañadas, apostó por establecer un límite de uso de cinco años, para así facilitar la renovación de los usuarios, que hasta entonces era apenas de 68 personas cada año.
Pero la medida fue mal recibida por decenas de usuarios de las huertas de Abetxuko -también hay terrenos ecológicos en Olarizu, en este caso ajenos a la polémica-, que criticaron que cuando accedieron a estos terrenos era por tiempo indefinido y, además, perdieron tiempo al adecentar por primera vez esta zona. El propio gabinete Lazcoz ya reconoció esta cuestión, puesto que permitió a los usuarios que terminaban su contrato en octubre de 2010 continuar con la actividad hasta mayo, reconociendo que unas obras en las parcelas habían limitado el tiempo de explotación de los usuarios.
Esta situación generó debate en la Casa Consistorial puesto que, a pesar de que la mayoría de los grupos municipales veía con buenos ojos el límite de uso, partidos como el PNV o como el PP dejaron entrever que la solución no debía ser impuesta, que había que llegar a un acuerdo con los usuarios descontentos. Éstos, mientras, llegaron a movilizarse con recogidas de firmas, concentraciones y el aviso de que protestarían cerca de las elecciones. El asunto quedó en un punto muerto, con los usuarios afectados por el cambio obteniendo una prórroga de uso y el gabinete insistiendo en que el cambio en el reglamento era necesario. Pero no hubo novedades.
El PP, sin embargo, prometió cambiar la situación si llegaba a la Alcaldía, y los afectados decidieron en asamblea apoyar a Javier Maroto. Ahora, los populares no olvidan su compromiso: la concejala de Medio Ambiente, Idoia Garmendia, ya explicó recientemente que su grupo está a favor de reestructurar el tiempo de uso de los huertos. Incluso de que el límite sea de cinco años. Pero reiteró que existe un "agravio comparativo" con aquellas personas que "perdieron años adaptando los terrenos". Y prometió que solventarán este tema "de otra forma".
Estas palabras han sido bien recibidas desde el colectivo de entre 80 y 100 personas que se sentía afectadas por este caso. Su portavoz, Manuel Durán, defiende que su situación no es la misma que la de otros aficionados a la agricultura ecológica que accedieron a esta iniciativa sabiendo que lo hacían por cinco años: "Nosotros no teníamos ni idea de ese límite de uso. Por eso creo que merecemos otro trato. Así lo entendió el PP, por lo que espero que cumplan lo que prometieron", apunta.
Y esa promesa pasa por permitirles el uso de estos huertos durante un periodo extra, de entre tres y cuatro años. "No somos los propietarios de estos terrenos y nunca hemos pretendido quedarnos para siempre", alega. Eso sí, Durán insiste en que el Ayuntamiento todavía debería dar nuevos pasos, como aumentar el número de huertos disponibles, un camino que ya se ha iniciado en el último año pero por el que aún se puede avanzar más.