vitoria. El Ayuntamiento continúa empeñado en ser un buen pagador. Desde que se aprobó la nueva Ley de Morosidad, jamás ha agotado los 50 días de plazo marcados para abonar a sus proveedores los servicios contratados. Una disciplina aplicada a 3.500 facturas anuales que le distingue de muchos otros consistorios y que, como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, le ha llevado a dar un paso más. A partir de la primavera, el gabinete Lazcoz ejecutará las líneas de confirming para que las pymes que padecen una grave situación de falta de liquidez puedan cobrar antes por los trabajos prestados con un interés mucho más bajo que el que le ofrecería un banco en caso de no mediar la Administración.

Este mes, el equipo de gobierno tiene previsto sacar el servicio a concurso con la idea de adjudicárselo a la entidad financiera que ofrezca el tipo de interés más escuálido. Dado ese paso, podrá ponerse en marcha el confirming. ¿Funcionamiento? El siguiente. El Ayuntamiento emite la factura de la empresa y se la remite al banco seleccionado estableciendo un plazo de tiempo concreto para su pago. El proveedor puede agotar ese plazo si su situación económica es cómoda o puede hacer líquidos esos créditos antes del vencimiento, sin trámites, de forma instantánea y asumiendo un pequeño coste. Una alternativa que conllevará un gran alivio para todas aquellas pymes que han sido vapuleadas por la crisis económica y necesitan el dinero con urgencia para pagar la Seguridad Social, los impuestos o a sus trabajadores.

"Con este servicio, queda demostrada la solvencia del Ayuntamiento de Vitoria, el único de Euskadi que ha puesto en marcha el confirming y uno de los pocos de España", resaltó la concejala de Hacienda, Marian Gutiérrez, quien insistió en que la responsabilidad de un consistorio en época de vacas flacas es "ayudar" con todas las herramientas que puedan estar a su alcance para la reactivación de las empresas. De hecho, además de aliviar la tesorería de los proveedores, esta fórmula también permite que sean más las compañías que puedan presentarse al Ayuntamiento para prestar un determinado servicio, y no sólo aquéllas capaces de aguantar el tipo durante los cincuenta días perceptivos.

Los beneficios para el proveedor son evidentes, aunque los otros dos actores también salen bien parados con el confirming. La Administración -en este caso, el Ayuntamiento de Vitoria- mejora su imagen ante la empresa y la ciudadanía, al postularse como una institución moderna y responsable. Por su parte, la entidad financiera cuenta así con un servicio ágil y económico que ofrecer a una cartera de nuevos clientes potenciales y, además, obtiene provechos por el descuento de las facturas.

Paralelamente a la aplicación del confirming, que se va a poner en marcha un año y medio después de que el equipo de gobierno comenzara a estudiar la fórmula, el Consistorio gasteiztarra sigue trabajando para reducir el plazo de tiempo desde la emisión de las facturas hasta su pago. ¿Cómo? A través de la e-administración; esto es, la tramitación electrónica de todas las gestiones.