Vitoria. Vitoria ya ha descubierto la nueva Amárica. La céntrica plaza ha perdido las vallas que, durante las últimas semanas, dejaban entrever sus novedades pero impedían su uso. Sin embargo, los peatones pueden ahora recorrer sus caminos de tierra, contemplar de cerca los cristales multicolores que decoran las entradas al parking, emplear el parque infantil -lo más demandado ayer- o acercarse a unas zonas verdes que no son verdes todavía. Entre primavera y verano, este entorno y las plantas previstas en él lucirán en todo su esplendor. Por el momento, la capital alavesa ha recuperado un espacio.

La construcción del parking de Amárica es una de las apuestas del gabinete Lazcoz. El anterior equipo de gobierno liderado por el popular Alonso Alonso, de hecho, incluso tramitó la construcción de un aparcamiento en Renfe y a operación ya contaba con adjudicataria: Vinci Park. Sin embargo, el proyecto cercano a la estación quedó aparcado y se impulsó uno nuevo en Amárica con la misma constructora. La idea provocó dudas entre los vecinos, que activaron una plataforma en su contra, y en la propia Casa Consistorial, sobre todo por su encaje con el Plan de Movilidad Sostenible y la limitación al tráfico en la zona centro. Sea como fuere, en marzo de 2009 arrancaron los trabajos. Y la creación del parking supuso el rediseño de la plaza.

Ayer, el alcalde asistió por fin a la inauguración acompañado por la arquitecta urbanista responsable del proyecto, Inés Apraiz, y el escultor Casto Solano, autor de El hombre con arco iris que centra este entorno. El encendido de la fuente de la obra con los brazos en cruz, ahora rodeada por un estanque en espiral y enclavada en una zona verde, sirvió de símbolo del estreno. "Esta idea ya se me pasó por la cabeza hace veinte años, pero entonces se trataba más de colocar una escultura en una fuente. Ahora estoy más satisfecho", contó el escultor. Apraiz se mostró igual de feliz. "Sé que ahora la gente opinará sobre este trabajo, pero estoy contenta de ver cómo se ha trasladado de mi cabeza a la realidad. Han sido dos años de trabajo en equipo, en el que sólo puedo agradecer la labor que han desarrollado Excavaciones Arriaga y Aralan".

sus características La plaza llama la atención. Eso es indudable. La arquitecta ya anunció que sería un trabajo donde se cuidaría cada detalle. El parque infantil, antes dividido en dos zonas, ahora se agrupado en su parte central, para dar más seguridad a los niños. Las entradas al parking para peatones se han vestido con una estructura en diamante, con cristales de colores. Incluso las papeleras tienen detalles que recuerdan a las plumas de un pavo real, en homenaje al paisajista al que rinde tributo la plaza, Fernando de Amárica, que antaño poseyó en las cercanías una casa con jardín donde habitaban estas majestuosas aves. El objetivo era que la plaza no pareciera sólo una forma de coronar un aparcamiento, sino más bien una forma de ocultarlo y, por tanto, una entidad en sí misma. Por ello, las entradas al parking subterráneo y los respiraderos se han decorado con cristales o bien se esconderán con una tupida manta de flores.

Se trata de un objetivo futuro, ya que por el momento la zona está preparada pero, al coincidir su inauguración con el mes de enero, carece de la lavanda, los rosales y otras flores que darán color -y olor- a la zona. El medio ambiente estará muy presente en la nueva Amárica. El entorno apenas ha perdido finalmente siete metros cuadrados de zonas verdes con respecto al anterior diseño, pero la diferencia entre ambos es que ahora buena parte de estos parterres será transitable. Ahí la clave estará en el cuidado de los jardines y en el respeto de los ciudadanos, que tendrán que acostumbrarse a una nueva vecina a la que llevaban esperando casi dos años.

l El espacio. El acceso al parking de Amárica se realizará por la calle Manuel Iradier. Ambos lados de la plaza, en cualquier caso, han ensanchado sus aceras. La sensación general es de mayor amplitud.

l El parque infantil. Pedro Sánchez y su hija fueron de los primeros en disfrutar del nuevo parque. El anterior estaba dividido en dos zonas. Ahora se agrupan en la parte central, donde estará más protegido.

l La escultura. Casto Solano ha logrado dar un nuevo aire a su obra, rodeada por un estanque en espiral.

l El guiño. Hasta las papeleras tienen un homenaje a los pavos reales que había en la antigua casa de Amárica.