ASPACE depende del trabajo voluntario. De esas personas que, de forma desinteresada, realizan una aportación económica o bien echan una mano durante su tiempo libre para acompañar a las personas que atiende la Asociación de Parálisis Cerebral de Álava. La entidad, que cuenta en la actualidad con 130 familias asociadas, 80 voluntarios y 30 personas colaboradoras, ha sumado ahora un nuevo apoyo. El de las asociaciones vecinales Zabalgana Batuz y Pasabidea. Los dos colectivos apostaron por recaudar fondos durante el periodo navideño para colaborar con Aspace, con sede en la avenida Reina Sofía del barrio. Y, ayer, llegó el regalo, el momento de entregar a la entidad el dinero recaudado.

La idea partió de vecinos de ambas entidades. Desde el comienzo de la época navideña, repartieron más de 40 cajas entre los comercios más transitados del barrio. Así llegaron a panaderías, fruterías o bares. Y, sobre la ranura, un sencillo texto en el que invitaban a los clientes a participar en una iniciativa solidaria puesto que Aspace "precisa fondos para mejorar sus servicios a los socios, especialmente a facilitar su transporte. La colaboración económica de nuestro barrio puede dar lugar a un bonito gesto solidario, así como ayudar a su desarrollo social y cultural".

Ayer, representantes de los tres colectivos procedieron a la recogida de esta solidaridad. La psicóloga de Aspace Elisa Otaduy se mostró emocionada: "Estamos encantados. Las asociaciones vecinales siempre nos están proponiendo actividades, para que nos sentamos muy partícipes en las actividades del barrio, y en este caso nos sorprendieron con esta iniciativa". Para Aspace, la propuesta es un presente porque promociona su nombre, les da a conocer entre sus convecinos y, finalmente, supone una ayuda extra para sus actividades.

La asociación, con más de veinte años a sus espaldas, organiza talleres de tiempo libre, vinculados al deporte y el ocio, actividades de psicomotricidad, campañas de sensibilización... En este caso, Otaduy insiste en que la cantidad recaudada es lo de menos. Pero sí valora la campaña como un primer paso que puede tener continuidad: "Por supuesto, ya hemos preguntado cuándo será la siguiente", bromeó. Una iniciativa de ayuda a cambio de 365 días de dedicación.