Vitoria. El tranvía no se detiene. Primero fue el trazado en forma de Y -ya en funcionamiento-, que une Lakua y Abetxuko con la calle Angulema. Después, la ampliación del metro ligero por el sur, para dar servicio a Adurza, las universidades y Mendizorroza. Y ahora llega la tercera línea, la extensión de la serpiente verdinegra hacia el centro-este de Vitoria.
El Ayuntamiento va a trasladar al Gobierno Vasco las cinco propuestas acordadas en el seno del Consistorio gasteiztarra -una por cada partido político-. A partir de ahí serán los técnicos de Lakua quienes diseñen un itinerario final, técnicamente viable, que no entrará en funcionamiento hasta, aproximadamente, el año 2018, ya que a los dos años de redacción del proyecto le seguirán otros dos o tres de obras.
Una vez definido, el ramal centro-este del tranvía enlazará la parada de la calle Angulema con la plaza de toros, la zona del Anglo y los barrios de Aranbizkarra, Zaramaga y El Pilar, hasta desembocar en la actual línea a la altura de América Latina, según explicó ayer Juan Carlos Alonso. A pesar de que cada formación política defiende su propuesta, todas son similares, salvo la del PNV, más periférica, que incluye Salburua.
Gobierno y oposición también se han puesto de acuerdo para superar los dos principales escollos: que los raíles no pasen por el final de Los Herrán (tramo complicado desde el punto de vista del tráfico) y que circunvalen Zaramaga para evitar una conexión directa entre el Corte Inglés y el Boulevard. "El tranvía no tiene que conectar centros comerciales sino personas, sobre todo, teniendo en cuenta el débito que tiene Vitoria con el pequeño comercio", apunto el edil de Urbanismo.
salburua y zabalgana Fuera de estos planteamientos quedan, de momento, tanto Salburua como Zabalgana, aunque Alonso prefiere decir que con la ampliación al sur y al este, ambos barrios se acercan más al metro ligero. Y es que no todo va a ser tranvía en Vitoria. El Plan de Movilidad ya contempla la unión del corredor este-oeste a través de autobuses especiales, que transitan por carriles rápidos. Se trata de un medio de transporte al que Vitoria no cierra la puerta en un futuro, ya que es menos rígido que el tranvía y no requiere tanto gasto en infraestructura.