Verde por fuera, verde por dentro es el lema con el que la capital alavesa aspira a obtener el galardón European Green Capital 2012 ó 2013. Una carrera en la que seis ciudades europeas compiten, pero sólo aquella que disponga de los mejores espacios verdes, los transportes públicos más sostenibles y creatividad a la hora de enfrentarse a la gestión de residuos será la que se sitúe en lo más alto del podio del ecologismo.

Este martes, el alcalde, integrantes de todas las formaciones políticas del Ayuntamiento y varios técnicos viajarán a Bruselas para defender el miércoles el título de la sostenibilidad. Un galardón que bien podrían representar los propios vitorianos mediante su verde color esperanza, el de la ilusión que todos tienen por traerse el galardón a casa. No ven esa posibilidad nada verde, sino más bien de color de rosa. Los gasteiztarras están convencidos de que el jurado reconocerá la trayectoria medioambiental de la ciudad y su planificación a largo plazo, a pesar de que compite con rivales con más repercusión internacional, como Barcelona, Malmö o Reijikiavic.

Parque de La Florida

El oxígeno puro que desprenden los árboles de La Florida no es lo único que se respira en este parque de la capital alavesa. Pedro Martín, un riojano que llegó en la década de los 60 a la ciudad, irradia optimismo por los cuatro costados. "Estamos muy bien situados, tenemos posibilidades de conseguirlo porque Vitoria está muy bien de jardines", afirma sin ninguna duda este amante de los paseos. Una afición que ejercita en La Florida o en cualquier punto del Anillo Verde, "que está estupendo para la práctica de deportes", ya sea andar en bicicleta o recorrer los itinerarios en patines. Y eso que él sólo se dedica a caminar.

Una ruta del colesterol a la que este jubilado siempre dedica su tiempo, ya sea sólo o acompañado de sus dos nietas. No obstante, también se atreve a valorar el transporte público, inmerso en la revolución del Plan de Movilidad Sostenible. "Ha mejorado mucho en Vitoria y no es mal cosa si se puede evitar la contaminación. Mi mujer y mi hija suelen montar en el urbano y están contentas con las nuevas líneas", agrega.

En un banco de ese mismo pulmón de la ciudad, Rosario Cuervo, conocida como Charo, ejerce de anfitriona de sus amigos del alma: el matrimonio catalán formado por Mari Carmen Moreno y Ramón García. Aunque Charo no tiene muy claro qué es exactamente el reconocimiento otorgado por la Comisión Europea -"creo que es que quieren poner a Vitoria como ciudad verde de Euskadi y creo que de España"-, se atreve a aventurar grandes posibilidades para Vitoria. Y eso que, en cuanto a verde, dice que Girona, la ciudad de sus amigos, gana: "Es todo bosque. Tiras una piedra desde un helicóptero y no llega al suelo",.

La gasteiztarra considera que al Anillo Verde, de 583 hectáreas, "le falta algo" por mejorar. "En la zona de la Dehesa, por Jacinto Benavente, hay árboles que se están secando y gente que se los lleva". Una lástima, añade esta mujer, ya que la replantación es bastante reciente. "Hace un año y medio que los pusieron".

Charo afirma que la ciudad es "perfecta" para ponerse en forma. "Para dar paseos está bien. Además, ahora están poniendo unas máquinas para hacer deporte en Salburua que también me parecen estupendas". Un piropo al que siguen nuevos defectos. "Enfrente del Paseo por la Dehesa, donde están las fábricas, se acumulan muchas hojas y las aceras se llenan de agua porque no se arreglan todas las alcantarillas, están tupidas y por esa razón pasa eso", advierte. No obstante, lo que realmente le molesta son los dueños que no recogen las deposiciones de sus perros. "Me acuerdo una vez que fui con mi nieta al parque y cuando llegó a casa, la ropa daba pena", asegura.

Respecto al transporte público, la vitoriana da su visto bueno al tranvía y al autobús. "La línea periférica siempre la veo llena de gente", dice. Aunque, como en todo, siempre hay cosas por mejorar. "Antes, con presentar el papel de la Seguridad Social justificando que no recibía pensión alguna, me salía el transporte gratis y ahora tengo que pagar diez céntimos", lamenta.

Charo valora positivamente la iniciativa de fomentar zonas peatonales para animar a la gente a dejar el coche. "Será porque no tengo vehículo", apunta. Y también da su aprobación a la red de bicicarriles, que está en plena expansión.

Sus amigos de Girona, María del Carmen Moreno y Ramón García, no dudan en demostrar sus conocimientos de respeto al medio ambiente. "Donde vivimos, a cinco kilómetros de Lloret de Mar, tenemos nuestro bosque. Lo principal es procurar que no se estropee con los incendios. Tenemos mucho guarda forestal y, cuando hay llamas, cierran los caminos para el paso de vehículos", cuenta Ramón. Su mujer también hace memoria ecológica con los humedales. "En L´Empordà no permitieron la construcción de un hotel cuando ya tenía todo el armazón de hormigón ya construido para proteger la flora y la fauna". "Y criaron nutrias justo después", añade su marido, quien destaca que las urbanizaciones, como en la que ellos viven, están obligadas a tener depuradoras.

Las claves de las zonas verdes de Girona, según esta pareja, son: "Tener un tanto por ciento de zonas verdes no edificables y protegidas. Allí, si cortan un pino, plantan un cerezo. Tener zonas acotadas de pipican está bien: no sólo que los dueños recojan los desechos de sus perros, sino saber que donde te sientas, está libre de sus orines". Se les olvida, no obstante, que su ciudad no está entre las seis finalistas a la Green Capital.

Parque de El Prado

La gasteiztarra Ana sabe que la semana que viene Vitoria defiende su candidatura como capital verde para defender su título contra otras capitales europeas. Está de acuerdo con todos los proyectos puestos en práctica por el Consistorio con el fin de aumentar la conciencia medioambiental en la capital, aunque mejoraría dos asuntos en matera de movilidad: "Me parece bien que se estén haciendo más kilómetros de carriles-bici, pero hay que hacerlos mejor. Además, pondría uno en Mendizorroza y con más señalización para potenciar más este medio de transporte. El objetivo es estar todos más a gusto, ¿eso es el sentido cívico, no?", explica esta mujer, quien también extendería las líneas del metro ligero a otros barrios de la ciudad. "Zabalgana y Salburua son básicos para el tranvía", opina.

En un asiento próximo a esa zona de esparcimiento infantil, el joven Imanol Esnal descansa junto a su perra labradora Daina. "Vitoria va a ganar la Green Capital porque la proporción de zonas verde y parques está muy bien. Es un pulmón para la ciudad", cuenta con orgullo este vecino de El Prado.

Una de las cosas que más le gusta a Imanol es que "tienes más libertad a la hora de pasear al perro por el Anillo Verde, que por el centro". Por otro lado, cree que se ha avanzado mucho en favor de las personas que usan la bici por la ciudad y con la puesta en marcha del tranvía. Sólo un pero. "Falla la cadencia de autobuses, no es como en otras ciudades donde hay cada cinco minutos. Además, hay que hacer transbordos, que no están bien explicados y dan mucho rodeo".

Imanol también está de acuerdo con la conversión de calles de uso mixto en zonas para viandantes, pero lamenta que el carácter peatonal no siempre se respete. "Yo vivo en una zona así y pasan coches por la mañana. Tendrían que poner unos pivotes para prohibir su paso", propone. Aún así, no tiene dudas: "Vitoria va a ganar y se va a dar a conocer al mundo mucho más".

Parque de Lakua-Arriaga

"Confieso que no sé mucho del tema, pero sé que compite Vitoria por ser la capital verde", confiesa Arantza Losada, mientras pasea con su hija Izaro. Aclaradas sus dudas, no tarda en asegurar que "las zonas verdes están muy bonitas", si bien ve fallos en Tuvisa. "Habría que poner más itinerario por el centro. Por ejemplo, desde El Pilar-Coronación , que es de donde soy", sostiene la joven. Aun así, confía en que Vitoria gane.