vitoria. La actitud catastrofista que adoptó el gabinete de Patxi Lazcoz justo después de la decisión mayoritaria del Parlamento Vasco de paralizar la ampliación del tranvía de Abetxuko se ha tornado verde esperanza digerido el disgusto. El alcalde de Vitoria ha solicitado una reunión con el consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, para presentarle nuevos proyectos que podrían ser incluidos para este mismo año en el Plan +Euskadi y, así, reinvertir los seis millones presupuestados para la extensión del metro ligero.
"Mi empeño es reconducir y arreglar el error", afirmó el primer edil, quien dijo que, pese a "respetar el resultado democrático", como alcalde no puede permitir "que se pierdan seis millones de euros y 50 puestos de trabajo". Sobre todo en crisis. Por eso, ya ha puesto a trabajar a sus técnicos. No hay tiempo que perder. En el caso de que Arriola dé su brazo a torcer, Vitoria deberá presentar actuaciones que puedan licitarse en 2010. Eso significa que o son proyectos "que cuentan con un cierto grado de madurez" o que pueden confeccionarse en tiempo récord, como es el caso de obras en la vía pública.
El alcalde no quiso concretar qué actuaciones se barajan, pero sí mandó un mensaje a los partidos de la oposición, los mismos que en el Parlamento Vasco votaron en contra de la ampliación del tranvía por ser el trazado fijado el mismo que el Consistorio rechazó en la pasada legislatura por la presión vecinal. "Espero la colaboración de todos los grupos. Nuestro cometido debe ser construir, no destruir, que es en lo que han estado entretenidos", denunció.
De momento, a cuenta del tranvía prima la tensión. Y no sólo en la Casa Consistorial. También en Abetxuko. Ayer por la mañana se pegaron y repartieron pasquines con la foto de Julián Orella, un vecino vinculado a una representante socialista que acudió al Parlamento Vasco como voz de los residentes a favor del trazado. Lazcoz, que condenó el hecho, reunió a los portavoces de los partidos para contarles lo sucedido y todos decidieron juntarse el lunes con más información y decidir si celebrar o no una manifestación.
El alcalde no señaló culpables, pero la plataforma No al trazado del tranvía envió una nota diciendo que "no se amenaza" a nadie. "Éste es un pueblo solidario que respeta las formas de pensar. Todo el mundo tiene derecho a dar su opinión". La de Lazcoz es que, desde ahora, todos los barrios partirán del mismo punto cuando se planteen ampliaciones: "No vamos a seguir dando un trato privilegiado a Abetxuko tras dos intentonas".