EL Ayuntamiento de Vitoria ya prepara la alfombra roja para la inauguración del centro cívico de Ibaiondo. El contraste entre sus paredes blancas y suelos de rojo intenso es, precisamente, una de las señas de identidad de este coloso -el edificio de mayor tamaño de los doce que componen la red gasteiztarra-, junto con su piscina con área lúdica, su polideportivo con gradas telescópicas, su zona de solárium y, por supuesto, su pequeño teatro de gigantesco escenario. La instalación abre sus puertas el próximo 5 de marzo: este proyecto moderno, familiar y ambicioso revolucionará el funcionamiento de este tipo de centros, puesto que ya no se trata del edificio cultural y deportivo más cercano a un barrio, sino un recinto que puede atraer a usuarios de toda la ciudad.

El Consistorio calcula que Ibaiondo podría acoger unos 250.000 usos al año. Emplazado en el número 31 de la calle Landaverde, su situación a desmano del resto de la ciudad se solventa gracias a su cercanía razonable con el tranvía o la línea 4 de Tuvisa. Desde el gabinete Lazcoz ya se pone como ejemplo a Ibaiondo de la evolución iniciada en los centros cívicos, para aprovechar estas infraestructuras no sólo como servicios de proximidad al ciudadano, sino que también aglutinen todo tipo de servicios y, a la par, cuenten con una oferta diferenciada que capte a vecinos de toda Vitoria. Ibaiondo ha dado ese paso con su teatro y su piscina, las dos herramientas que el jefe del servicio de centros cívicos, Eduardo Enguita, destaca como su "seña de identidad".

El escenario llama la atención porque prácticamente ocupa tanto espacio como la zona para 300 butacas. Es ya el de mayores dimensiones de la ciudad, por lo que podría acoger cualquier tipo de representación teatral. La piscina cubierta, por su parte, asegura diversión para los más pequeños, porque su zona lúdica -la primera de la red- incluye un tobogán y chorros de agua caliente.

El papel de los niños y, por ende, de las familias caracteriza toda la instalación. Ibaiondo cuenta, por ejemplo, no sólo con vestuarios masculinos y femeninos, sino también con un espacio para padres y madres que acudan acompañados por hijos de diferente sexo. Las familias también cuentan con una biblioteca especial y diferenciada de la normal y de la sala de estudio; se habilitará una zona para dejar los carros para bebés y, por último, la ludoteca contará incluso con una pequeña zona al aire libre, que se protegerá con dos sombrillas para aquellos días -no será a corto plazo- en que se pueda disfrutar del buen tiempo.

Este carácter infantil, y la luz natural que se busca en cada resquicio del edificio, choca sin duda con su aspecto exterior, un bloque de cristal y hormigón. Sin embargo, las enormes dimensiones del centro cívico -unos 14.000 metros cuadrados- también resultan claves para que en sus tres plantas pueda albergar dos gimnasios, oficinas de atención ciudadana, servicios sociales de base, un KZgunea, una zona de encuentro para jóvenes, siete salas de taller... Entre los espacios más destacados, sobresale el laboratorio audiovisual, la cafetería, las dos pistas de pádel cubiertas, la zona para tomar el sol y el polideportivo, parte de cuyas gradas pueden retirarse. En definitiva, se trata de un sinfín de espacios polivalentes que, en un momento dado, pueden adaptarse para otros fines.

Ibaiondo, así, es el resultado de la unión entre las deficiencias detectadas en otros centros y las demandas actuales. Su responsable, Carlos López de Anda, reconoce que quizá en un primer momento pueden detectarse errores, pero que pronto será el más usado de la red sólo por su novedad. El objetivo es que después se asiente "por su oferta". Por el momento, esta semana se enfilaba la recta final de los preparativos: el llenado de la piscina, el ajuste de las alarmas, la colocación del mobiliario y de los telones del escenario... El espectáculo se estrena el próximo día 5, y no hace falta comprar entrada.