vitoria. El antiguo edificio de Caja Vital, en la céntrica calle Olaguíbel, asumirá una nueva misión en 2010: la de atender a todos los vitorianos que ahora acuden a los bajos del Consistorio para solicitar información o realizar trámites. El servicio se habilitará en el primer piso del inmueble, 1.400 metros cuadrados que el equipo de gobierno se reservó la posibilidad de alquilar cuando firmó el contrato de arrendamiento de los bajos de la vieja sede. A ese lugar trasladó los departamentos municipales de Función Pública, Promoción Económica y Planificación Estratégica, que hasta entonces operaban en el saturado edificio Ertza.

De momento, no hay fecha para la puesta en marcha de la nueva oficina de atención ciudadana, aunque la intención es que empiece a operar en el primer semestre del próximo año. Eso sí, el gabinete de Patxi Lazcoz ya ha comenzado a proveerse del material necesario para su buen funcionamiento. El pasado día 22, adjudicó por 40.000 euros la instalación de un sistema inteligente de esperas -el típico marcador electrónico para dar la vez- tanto en el Europa como en Olaguíbel. De esta manera, se evitarán las largas y frecuentes colas que dibujan los bajos del Ayuntamiento.

Cuando se construyan las oficinas municipales en San Martín, cuyas obras arrancarán el año que viene, la mayoría de servicios municipales -incluidos los departamentos que ahora operan en la vieja sede de la Vital- se trasladarán a ese nuevo edificio. No obstante, el servicio de atención ciudadana permanecerá en Olaguíbel, ya que el equipo de gobierno quiere evitar que la mudanza al barrio que mira a las vías del tren suponga la desertización del centro. Además, con ese mismo objetivo de garantizar el tránsito de personas por el cogollo de la ciudad, el gabinete de Patxi Lazcoz recalificará el edificio de Dato 11, donde ahora se enclava Hacienda, a uso terciario y buscará empresas interesadas en ubicar allí sus negocios.

El edificio de San Martín también contará con una gran sala de atención ciudadana, ubicada en la planta baja del futuro inmueble. De esta manera, el Ayuntamiento dispondrá de dos modernos espacios desde los que resolver de forma personalizada los asuntos de los vitorianos. Además, una vez que empiecen a funcionar las oficinas junto a las vías del tren, el equipo de gobierno baraja comprar el edificio de Olaguíbel -una opción contemplada en el contrato de arrendamiento- para garantizar la permanencia del servicio de atención ciudadana en el centro.

Todo eso ocurrirá dentro de dos años, y se notará en las arcas. Cuando Lazcoz llegó a la Alcaldía se topó con un gasto descomunal en los alquileres de los edificios que acogen servicios municipales: 2,5 millones de euros anuales. Por eso, hizo dos cosas. Por un lado, alquilar Olaguíbel para reducir un 38% el coste del metro cuadrado al año y ganar 1.000 metros cuadrados más para mejorar las condiciones de los trabajadores. Por otro, impulsar el proyecto de San Martín: el Ayuntamiento pagará a la constructora tres millones de euros durante treinta años, y ésta deberá destinar la mitad de la anualidad a todas las labores de mantenimiento. Además, pasadas esas tres décadas, el edificio pasará a ser propiedad municipal.