Coreógrafa iconoclasta, Rocío Molina (Premio Nacional de Danza’2010), ha acuñado un lenguaje propio cimentado en la tradición reinventada de un flamenco que respeta sus esencias y se abraza a las vanguardias. Radicalmente libre, aúna en sus piezas el virtuosismo técnico, la investigación contemporánea y el riesgo conceptual. Sin miedo a tejer alianzas con otras disciplinas y artistas, sus coreografías son acontecimientos escénicos singulares. Hoy sábado 17 de abril, a las 19.00 horas. En el Teatro Principal (San Prudencio, 29).