- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko acusó ayer a la Unión Europea (UE) de pasividad ante la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca e insistió en que Alemania debe acoger a los cerca de 2.000 migrantes que desde hace más dos semanas se encuentran allí varados.

“Estoy esperando que la UE conteste sobre los 2.000 refugiados”, dijo el mandatario bielorruso en una reunión con sus hombres fuertes en la región fronteriza de Grodno, según la agencia oficial BELTA. Lukashenko agregó que la canciller alemana, Angela Merkel, con quien ha hablado por teléfono en dos ocasiones desde el comienzo de la crisis migratoria, “prometió que este problema se abordaría a nivel de la UE”.

“Ni siquiera lo estudia. Incluso lo que ella (Merkel) me prometió: personas de contacto, no se ponen en contacto”, dijo el mandatario, que reveló que cuando su ministro de Exteriores, Vladímir Makéi, llama por teléfono a esas personas le contestan que están de “viaje”. Insistió en que “no hay que esperar a nadie” y que ello significa que los funcionarios de la UE tienen cerrada la entrada en país. “Si Alemania no se los lleva (a los migrantes), nosotros mismos nos encargaremos de esta gente. ¿Qué podemos hacer? No podemos hacer nada. Pero debemos exigir a los alemanes que los acojan”, dijo Lukashenko.

Sin embargo, el Gobierno alemán rechazó ayer de plano la demanda del presidente bielorruso, ya que no es “una solución aceptable para Alemania o para la UE”, según su portavoz en funciones, Steffen Seibert.

Lukashenko aprovechó para lanzar un advertencia a Polonia, cuyas autoridades han amenazado con cortar el tránsito ferroviario con Bielorrusia. “Permanentemente oímos amenazas de estos políticos salvajes y de los gobernantes de Polonia de que van a cerrar la frontera (...), el paso ferroviario. Lo único que puedo decir al respecto es: por favor. Si les es cómodo, cerradlo, pero antes hay que pensar qué diréis a Rusia, a China y en general a Oriente”, dijo. Además, guardias fronterizos bielorrusos denunciaron que Letonia, Lituania y Polonia están expulsando a migrantes hacia su territorio.

En este contexto, las autoridades rusas calificaron ayer la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia de claro ejemplo de “guerra informativa” y señalaron que los datos son relativos. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, señaló que unos 3.000 iraquíes parecen “presentar ahora una amenaza para la existencia de la Unión europea”, cuando en Italia, por ejemplo, datos oficiales apuntan a que a lo largo de 2021 se ha autorizado la entrada de unos 60.000 migrantes.

Zajarova aclaró, además, que estos migrantes entraron en territorio italiano de forma ilegal, a diferencia de lo que sucedería con aquellos que se encuentran en la frontera entre Bielorrusia y Polonia -que además habrían entrado en suelo bielorruso de forma legal-, según un comunicado del Ministerio.

Mientras, la Guardia Fronteriza polaca informó ayer de 346 nuevos intentos de cruzar ilegalmente la frontera polaca desde Bielorrusia en las últimas 24 horas, así como de la emisión de órdenes de expulsión contra 58 ciudadanos extranjeros. A través de su cuenta de Twitter, la Guardia Fronteriza precisó que pudo prevenir además otros intentos de ingreso en territorio polaco. Asimismo, dos ciudadanos sirios y uno georgiano fueron detenidos por prestar ayuda, agregó.

Por otra parte, la Guardia Fronteriza informó de que el domingo, en el tramo de Dubicze Cerkiewne se produjo un asalto a la frontera por parte de unos 150 inmigrantes que trataron de manera violenta de ingresar en territorio polaco, intento que, según la autoridad de fronteras, fue supervisado por los servicios bielorrusos.

Asimismo, desde principios de año la Guardia Fronteriza polaca registró más de 36.000 intentos de ingresar ilegalmente a territorio polaco desde Bielorrusia.