- El expresidente francés Nicolas Sarkozy compareció ayer como testigo en el llamado juicio de los sondeos pero rechazó responder a las preguntas del tribunal alegando que está protegido por su inmunidad presidencial. “No puedo dar explicaciones sobre la manera en que organicé mi gabinete o sobre tal o cual acto ligado a mis funciones de presidente. No tengo ese derecho y tengo intención de aplicar la Constitución”, señaló Sarkozy, subrayando que se limitaba a cumplir la ley.

El Tribunal Correccional de París dirime desde el 18 de octubre y hasta el 12 de noviembre la atribución sin licitación de centenares de sondeos que, según los acusados, respondían a la orden de Sarkozy de conocer permanentemente la opinión pública. Esos estudios fueron pagados con dinero público aunque, en muchos casos, se referían a rivales electorales.

Al tratarse de presuntos delitos cometidos en el ejercicio de su mandato, Sarkozy, presidente entre 2007 y 2012, se había librado de declarar durante la fase de instrucción y también de sentarse en el banquillo. Pero la justicia le convocó como testigo el pasado 19 de octubre alegando que “su testimonio era necesario para la manifestación de la verdad” y “susceptible” de tener una influencia a la hora de probar los hechos reprochados a los imputados.

La sala subrayó entonces que, en caso de negarse, Sarkozy sería llevado al tribunal por la fuerza. “Respeto y siempre he respetado la institución judicial. Me enteré por la prensa del mandato para que testificara. En mi opinión esa decisión es totalmente inconstitucional y, sobre todo, desproporcionada”, dijo este martes el expresidente, que insistió en que no pensaba dar explicaciones.

Sarkozy recalcó al negarse a entrar en detalles que no era una decisión personal sino “un deber”, alegando que la inmunidad presidencial no tiene fecha de caducidad y por tanto no finaliza al término del mandato. “Un presidente no puede renunciar a la inmunidad. Es la regla, y en un Estado de derecho las reglas están hechas para respetarlas”, zanjó.