Alemania, Austria, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Irlanda, Luxemburgo y Letonia se oponen a una reforma del sistema energético europeo, por ejemplo a través de una revisión del mercado mayorista de le electricidad, como reclaman otros países como el Estado español o Francia para hacer frente a la escalada actual de los precios.

En una declaración conjunta publicada un día antes de la reunión extraordinaria de ministros de Energía de los Veintisiete, estos nueve socios remarcan que la UE debe enfrentarse a la situación a través de medidas "temporales y específicas" a nivel nacional para proteger a las familias y las empresas más afectadas.

Además, las medidas que se adopten a corto plazo para responder al alza de los precios "deben ser fácilmente ajustables en primavera, cuando se espera que la situación vuelva a los niveles medios".

"No podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior de gas y electricidad, por ejemplo una reforma 'ad hoc' del mercado mayorista de la electricidad", destaca esta decena de capitales. "Dado que el incremento de los precios se debe a factores globales, tenemos que ser muy cuidadosos antes de interferir en el diseño de los mercados interiores de energía", argumentan.

En opinión de estos Estados miembros, una revisión profunda del sistema energético de la UE "no será un remedio para mitigar el aumento actual de los precios energéticos vinculado a los mercados de combustibles fósiles".

Por el contrario, defienden que la respuesta de la UE pasa por articular un sistema común "bien integrado", basado en "mecanismos de mercado" y "buenas interconexiones". "El mejor enfoque, por tanto, debe ser avanzar en la interconexión para lograr el objetivo del 15% para 2030 y más integración de los mercados eléctricos" del bloque.

Esta alianza de nueva países remarca en este sentido que unos mercados competitivos y transparentes "contribuyen a la innovación y la seguridad de suministro", son un elemento "clave" para la transición ecológica y resultan en unos precios "eficientes y competitivos" para los consumidores finales.

Así, subrayan que "una parte central de la solución" está relacionada con medidas para mejorar la eficiencia energética y acelerar el despliegue de fuentes renovables, por lo que es de "máxima importancia" progresar en el paquete legislativo presentado por la Comisión Europea en julio para elevar al 55% la meta de reducción de emisiones de CO2 para 2030.