El atlas interactivo que incluye el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), es una de sus principales novedades y permite cotejar información climática de todas las regiones del mundo para conocer cómo se verán afectadas por el cambio climático.

Este servicio web gratuito ha sido fruto de la colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Predictia, explica el CSIC en un comunicado.

El atlas se divide en dos tipos de información: aquella regional, que proporciona acceso a los datos sobre el cambio climático de los principales conjuntos de cifras utilizadas en el informe; y la de síntesis regional, que resume y sintetiza los principales resultados del informe sobre la evaluación regional del cambio climático para distintos tipos de fenómenos: calor, sequías, nivel del mar...

Para ello, divide el planeta en 46 zonas terrestres y 12 oceánicas, y establece la progresión previsible hasta el año 2100 para distintos fenómenos atmosféricos como las temperaturas -medias, máximas y mínimas-, precipitaciones, nevadas o vientos.

También incluye otras variables oceánicas como la evolución de la temperatura de la superficie, del aumento del nivel del mar o del pH.

Además, permite acceder a una gran cantidad de información climática, como mapas, series y tablas, procedente de organismos como la Earth System Grid Federation (ESGF) o el servicio de Cambio Climático de Copernicus.

De esta forma el atlas ha contribuido al enfoque regional del sexto informe del IPCC, que a lo largo de cuatro capítulos estudia los retos que supone el análisis regional del cambio climático y estudia los fenómenos climáticos generadores de impactos, con especial atención a los fenómenos extremos, región por región.

La elaboración de esta herramienta fue avanzada durante la COP25 celebrada a finales de 2019 de Madrid.

Entonces se destacó que el atlas permite visualizar las proyecciones del clima futuro en un formato intuitivo y didáctico para el público en general, pero también es una fuente de datos muy útil para la investigación, pues los datos pueden descargarse y exportarse en diferentes formatos facilitando el estudio de los impactos del cambio climático y la elaboración de políticas y planes de adaptación.