- La Policía Nacional investiga el hallazgo ayer de dos cadáveres en una casa de una urbanización en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en el que las primeras hipótesis apuntan a que tras una discusión el hombre habría disparado con un arma larga a su pareja y posteriormente se habría quitado la vida.

Fue un vigilante de seguridad de la urbanización el que alertó, en torno a las 14.30 horas, a la Sala 091 de los ruidos en la vivienda, ubicada en la calle Corzo, cerca de la Casa de Campo, según informaron a Efe fuentes de la investigación.

Cuando accedieron a la vivienda, los policías localizaron los cuerpos sin vida de un hombre, de nacionalidad española de 66 años, y de una mujer, británica de 59, con sendos disparos en la cabeza y en el pecho, según fuentes policiales.

Hasta el lugar se desplazaron agentes de seguridad ciudadana que comprobaron los hechos y el Grupo de Delitos Violentos de Policía Científica junto a agentes del Grupo de Homicidios que investigan los hechos. El arma con la que se efectuaron los disparos estaba en el domicilio.

Las primeras hipótesis apuntan a que tras una discusión el varón habría disparado con un arma larga a su pareja y posteriormente se habría quitado la vida.

De confirmarse como un asesinato machista, la víctima de Pozuelo sería la número 17 en lo que va de año y la novena desde el 9 de mayo, cuando se levantó el estado de alarma. Aún no se ha confirmado como crimen machista el asesinato de una joven de 21 años a manos presuntamente de su pareja, un hombre de 26, en la madrugada del jueves en un hotel de Platja d’en Bossa en Ibiza.

Aunque las razones de este repunte responden a muchos factores, el término de las restricciones ha influido en el aumento de estos crímenes, según indicaban esta misma semana expertas juristas.

La abogada y presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, María Ángeles Jaime, señala que son múltiples los factores que explican la violencia machista, que busca someter a la víctima, pero matiza que los asesinatos se producen cuando el agresor no puede mantener ese dominio. Al decaer las restricciones, mujeres que han estado sometidas a un grandísimo control del agresor “pueden tomar el timón de sus vidas, acudir a buscar ayuda, adoptar la decisión de la ruptura y la emancipación que muchas veces es el detonante de su asesinato”, indica.

Los feminicidios ocupan portadas, pero a diario hay un goteo de agresiones a mujeres que resultan gravemente heridas y cuyos casos no trascienden ni forman parte de las estadísticas oficiales.

Euskadi tampoco está libre de lo que los expertos definen como la expresión más grave y cruel de la desigualdad de género. Para luchar contra estas violencias, dispone de herramientas que están demostrando que son eficaces y que están en permanente renovación.

En la primera línea de la ofensiva contra la violencia machista está la Ertzaintza que cuenta con un protocolo y unos procesos de actuación transversales que implican a todos los estamentos y niveles del cuerpo, que incluyen la coordinación con otras instituciones y organismos y que han despertado el interés de varios países europeos. Actualmente, la Ertzaintza tiene casi 5.000 expedientes de violencia de género activos, de los cuales 64 son de riesgo especial y 152 de riesgo alto.