- Los costes totales del uso del transporte en Euskadi ascienden a 2.659 millones de euros al año, lo que supone 1.214 euros por habitante, y los viajes por carretera en el País Vasco emiten 2,8 millones de CO2 equivalente al año. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe Actualización de costes externos del transporte en la Comunidad Autónoma Vasca del Departamento de Transportes del Gobierno Vasco, en el que analiza los costes del sistema actual en materia de contaminación del aire, ruido y cambio climático para abordar medidas que impulsen una movilidad más sostenible.

En el informe, realizado en base a datos de 2019, se señala que los costes de los efectos colaterales del sistema de transportes de Euskadi ascienden a 2.659 millones de euros, 1.214 euros por habitante en Euskadi, así como que los vehículos que circulan por las carreteras vascas vierten a la atmósfera cada año 2,8 millones de CO2 equivalente.

Los costes externos son aquellos que Euskadi asume por el sistema de transportes que tiene, ya que no son pagados por el usuario del transporte y por las administraciones. Aquí se incluyen la contaminación del aire, el cambio climático, los accidentes de tráfico y el ruido, entre otros, teniendo en cuenta los recorridos de carretera en la comunidad autónoma, la actividad de los tres aeropuertos y los dos puertos. Para ello, se tienen en cuenta los costes médicos y de la administración o las pérdidas de producción, en el caso de los accidentes; los daños en la salud o la pérdida de cosechas a la hora de calcular los costes de la contaminación del aire; el coste de limitar el calentamiento global a 1,5 - 2 grados para 2030 en el del cambio climático; o la reducción del valor del suelo y los daños en la salud en el caso del ruido.

En Euskadi, los cuatro principales costes externo, por orden de mayor a menor impacto, son los accidentes, cambio climático, congestión y contaminación del aire. El transporte por carretera es el que más costes externos genera -muy por delante del ferrocarril, la aviación y el transporte marítimo- y es el traslado en automóvil, el que más incide.