Madrid. La nueva ley de libertad sexual y contra las violencias sexuales castigará las violaciones con penas de 4 a 10 años, que podrán llegar hasta los 12 años con una agravante y hasta los 15 con dos agravantes.

El anteproyecto de ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, que llega este martes al Consejo de Ministros, modifica el Código Penal para poner en el centro de la agresión sexual el consentimiento y acabar con la distinción entre abuso y violación.

Ahora, toda penetración sin consentimiento será considerada una violación, tal como establece el Convenio de Estambul.

La violación con una agravante podrá ser penada con entre 7 y 12 años y si se le suman dos, con entre 9 y 15 años, han informado fuentes de Igualdad.

En la modificación del Código Penal relativa a los delitos sexuales se introducirá además la agravante de que la agresión sexual haya sido precedida o acompañada de violencia y grave daño y también se matiza la agravante de parentesco para dejar claro que se debe incrementar la pena en caso de que la víctima sea la esposa o expareja del agresor.