- Euskadi no se ve obligada a cerrar el interior de los bares. En un nuevo giro de guión, el Gobierno español ha reculado y deja en manos de las comunidades la desescalada de la hostelería. Al menos eso se desprende de lo publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque sujeto a interpretaciones, ya que no se hace una mención expresa al cierre obligatorio del interior de los establecimientos hosteleros en los lugares donde haya niveles de alerta del 1 al 4, como en la CAV, situada en el 3. En la disposición 9351 del BOE, y en concreto en el apartado B de las medidas acordadas, en lo que atañe a hostelería y restauración, se señala que “en los niveles de alerta 1 a 4 se seguirá lo establecido en el documento de Actuaciones de Respuesta Coordinada para el control de la transmisión de covid-19 aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y publicado en la página web del Ministerio de Sanidad, que establece que las medidas pueden adaptarse y contextualizarse a cada comunidad autónoma y territorio, según la evolución de la situación epidemiológica”.

Desde Lakua ni siquiera quieren entrar a valorar esta especie de cláusula fijada después de la tensión y el pulso generado los últimos días, y más después de que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, advirtiera hasta última hora que los territorios reacios debían cumplir las restricciones pactadas en el Consejo Interterritorial del pasado miércoles. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu reiteró ayer que, por encima de todo, las medidas preventivas que aprobó el pasado lunes para contener la pandemia siguen en “vigor” pese a la publicación en el BOE de la resolución con los acuerdos de la interterritorial. Es decir, en Euskadi está vigente la Declaración de Emergencia Sanitaria aprobada el 17 de agosto del año pasado y el plan Bizi Berri que recoge las medidas en función de la situación epidemiológica. Ambos elementos “amparan” al consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi, que preside el lehendakari, para adoptar las medidas mediante los correspondientes decretos.

En definitiva, en la CAV, con una incidencia acumulada por encima de los 200 casos por 100.000 habitantes, permanecerán abiertos los interiores de los establecimientos con las restricciones ya conocidas: apertura hasta las 00.00 horas, prohibido el consumo en barra o de pie, distancia de metro y medio entre personas sentadas en mesas diferentes y agrupaciones de clientes por mesa que no podrán superar el número máximo de cuatro. Ahora bien, la publicación del BOE contiene una gran paradoja. Y es que mientras en los territorios con nivel de alerta del 1 al 4 se deja la decisión de los aforos permitidos en el interior de los recintos de hostelería a las comunidades; a aquellas otras fuera de los niveles de riesgo sí se les empuja a límites taxativos: “el aforo permitido será de 50% en interior pudiéndose incrementar en un 10% si se aplican medidas de control de riesgos que garanticen un alto nivel de ventilación y control de la calidad del aire”, dice el decreto.

La regulación del funcionamiento del sector de la hostelería y la restauración era una de las cuestiones donde la resolución desde la Interterritorial podía resultar más difícil de compatibilizar con las medidas en vigor aprobadas por el LABI. Pero el paso atrás de Moncloa al no referirse expresamente al interior de los bares en su decreto aclara el escenario y, de paso, llevó ayer al PSE a no tardar en colgarse la medalla, asegurando en una nota que esta concesión a la CAV ha sido fruto de la petición de acuerdo y consenso planteada por su partido “desde sus responsabilidades en el Gobierno Vasco”, tanto por parte de la secretaria general y vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, como del consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado. Para los socialistas vascos, la resolución del BOE “preserva la capacidad de coordinación atribuida al Gobierno de España” y, al mismo tiempo, reconoce “las competencias autonómicas en asuntos como la determinación de las medidas que afectan a las condiciones de funcionamiento de la hostelería y la restauración”. La cláusula deja “a salvo” el asunto pero, en verdad, no resuelve el problema de una cogobernanza más que dudosa.

La orden del BOE indicaba de partida que las comunidades podían recurrir en reposición ante la ministra Darias o acudir a la sala de lo contencioso de la Audiencia Nacional, sin citar qué represalias o instrumentos podría tener el Estado para hacer cumplir las medidas. De hecho, desde Moncloa no se descartaba llevar a las comunidades a los tribunales, que sin embargo es lo que hará Madrid más allá de la interpretación última de la normativa. La Comunidad que dirige Isabel Díaz Ayuso, una de las que votaron en contra de las nuevas limitaciones, recurrirá ante la Audiencia Nacional por invasión competencial, y seguirá con las mismas medidas que estaba aplicando porque son “mejores técnicamente” en cuanto a contención del virus y “mejores que las que propone el Gobierno”. También Galicia continuará con su “hoja de ruta”, mientras que desde Andalucía se advirtió ayer mismo al Ejecutivo de Sánchez que no cuenten con ellos “para dar el golpe de gracia” a la hostelería y arruinarla definitivamente, después de haber estado “castigada” durante toda la pandemia. La falta de concreción en el BOE sobre el interior de los bares en las zonas de riesgo capea al menos el temporal.

Territorios como la CAV. “En los niveles de alerta 1 a 4 -Euskadi está en nivel 3- se seguirá lo establecido en el documento de Actuaciones de Respuesta Coordinada para el control de la transmisión de covid-19 aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y publicado en la página web del Ministerio de Sanidad, que establece que las medidas pueden adaptarse y contextualizarse a cada comunidad autónoma y territorio, según la evolución de la situación epidemiológica”. Es decir, no hay límites obligados, sino que son las comunidades quienes lo fijan.

Territorios fuera de riesgo. A estas comunidades, curiosamente, sí se les establece un control determinado. “El aforo permitido será de 50% en interior pudiéndose incrementar en un 10% si se aplican medidas de control de riesgos que garanticen un alto nivel de ventilación y control de la calidad del aire”.

“Se mantienen los aforos y horarios en la hostelería que entraron en vigor el pasado miércoles”

Comunicado oficial

“La vía abierta responde a la demanda de acuerdo y consenso planteada por el PSE”

Comunicado oficial