- El presupuesto del Ayuntamiento de Donostia para este año subió ayer a 400 millones de euros, tras el añadido de cuatro millones con la incorporación de 35 enmiendas presentadas por Elkarrekin Donostia y el PP. Las concejalas de Podemos de la coalición de izquierdas, Aitzole Araneta y Marta Huarte, retiraron la enmienda a la totalidad que había presentado su grupo, como le exigió el Gobierno PNV-PSE para negociar, mientras que la tercera, Haizea Garay, de Ezker Anitza-IU, no lo hizo, y optó por votar a favor de la enmienda a la totalidad de la primera fuerza de la oposición, EH Bildu. Ninguna de las propuestas de la coalición soberanista encabezada por Reyes Carrere se hizo un hueco en las cuentas de este este año. Todas ellas fueron tumbadas por la mayoría absoluta del Gobierno municipal PNV-PSE o de sus concejales y otros de la oposición.

El concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, que compareció en la sesión con mascarilla de la Real Sociedad y corbata azul y blanca, fue el encargado de defender las cuentas, un 8% más cortas que las del pasado año. El responsable económico añadió que el objetivo del presupuesto es que “aquellas personas que más necesidades tienen sean quienes mejor respuesta de la administración reciban y más recursos obtengan”. “Pese a la coyuntura -señaló- los presupuestos destinados a actuaciones de protección y promoción social se han incrementado en 2,6 millones respecto al primer presupuesto de esta legislatura, esto es, un 8,5% más”. También defendió las cuentas de la ciudad la portavoz socialista, Marisol Garmendia, que agradeció la labor de confección del presupuesto porque “con menos ingresos y más necesidades sociales, con más desigualdades y personas en riesgo de exclusión que atender, la tarea es harto complicada”.

La portavoz de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta, por su parte, insistió en que las Cuentas del PNV-PSE no son las que le habrían gustado pero añadió que su formación (al menos dos de las tres concejalas electas) ha optado por “poner su granito de arena para mejorar los presupuestos” ya que “al gobierno municipal le dan los números para imponer” sus cuentas. Asimismo, añadió que “amplios sectores sociales han pedido altura de miras y dejar de lado la pelea en este año tan especial y llegar a acuerdos”.

Precisamente, antes de la sesión plenaria, Araneta firmó con el alcalde, Eneko Goia, y la portavoz socialista un acuerdo por el que el Ejecutivo local se compromete a que no haya desahucios sin alternativas y limitar el precio del alquiler cuando una futura ley estatal así lo permita.

Por su lado, la concejala Haizea Garay, que coincidió en algunas ocasiones con Araneta y en otras, con EH Bildu, defendió “unos presupuestos alternativos para dar respuesta al agravamiento de las desigualdades y necesidades sociales provocado por la pandemia”.

EH Bildu, por su parte, fue muy crítica con el Ejecutivo y aseguró que el “modelo de Goia” es el que se aprecia “con el puente de Astiñene que lleva seis años para hacerse, mientras que la escultura del faro de la isla está hecha en un año”. La portavoz, Reyes Carrere, consideró insuficientes las cifras para gasto social y aseguró que la desigualdad entre los barrios, la vivienda y la lucha contra el cambio climático son problemas a los que el Ejecutivo no hace frente. “Estos presupuestos no tienen nada de sociales por mucho que lo digan”, señaló.

Las críticas al Gobierno municipal también llegaron desde el lado del PP, a pesar de que esta formación no presentó enmienda a la totalidad y se ofreció a apoyar los presupuestos de Goia.